La consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de Castilla y León entrega el premio 'Toro de Oro' al ganadero Justo Hernández, en reconocimiento a su contribución a la conservación de la raza, la protección de la dehesa y el apoyo a la tauromaquia.

Imagen relacionada de la junta destaca la labor de los ganaderos de toro de lidia en la conservacion y proteccion del patrimonio cultural y natural

La Junta de Castilla y León continúa resaltando la importancia del trabajo de los ganaderos dedicados a la cría del toro de lidia, un símbolo cultural y medioambiental de la región que data del siglo XVI.

En una ceremonia reciente, la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, entregó el prestigioso premio 'Toro de Oro' al ganadero Justo Hernández, responsable del hierro Garcigrande, en reconocimiento a la excelencia del toro llamado 'Querido', considerado por el jurado como el mejor de la Feria de Salamanca 2024.

Este galardón, que en 2024 alcanza su cuadragésima octava edición, reafirma el compromiso de la Junta con la promoción y conservación de esta raza bovina emblemática.

Garcigrande ya había sido reconocida en 2016 y 2017 con los premios a 'Higuero' e 'Ingrato', consolidando su prestigio en el sector. La distinción busca no solo celebrar la calidad de los ejemplares, sino también incentivar a los ganaderos a seguir perfeccionando sus prácticas y manteniendo viva una tradición que forma parte del patrimonio cultural de España.

El toro de lidia no solo representa un elemento artístico y cultural, sino que también cumple una función ecológica fundamental. La raza, que cuenta con aproximadamente 148.000 animales inscritos en su libro genealógico a diciembre de 2024, tiene una presencia significativa en Castilla y León, donde hay 28.000 ejemplares, y en la provincia de Salamanca, con unos 22.000. Además de su valor cultural, esta raza genera empleo para más de 54.000 personas en toda España y aporta alrededor de 4.000 millones de euros anuales a la economía nacional.

Por otro lado, las ganaderías de toro de lidia, que en Castilla y León suman 169 explotaciones, desempeñan un papel clave en la conservación del ecosistema de la dehesa, un hábitat único en el mundo que combina encinas, alcornoques y pastos naturales.

La presencia del toro bravo en estos espacios ayuda a mantener el equilibrio ecológico y favorece la biodiversidad, siendo un ejemplo claro de cómo la tradición y la medioambiente pueden coexistir y beneficiarse mutuamente.

María González Corral también enfatizó en su intervención el valor social y económico de la tauromaquia, que ha sido reconocida como patrimonio cultural inmaterial en varias regiones del país.

La práctica taurina, que combina técnica, riesgo y tradición, sigue siendo un símbolo de identidad para muchas comunidades y una fuente de empleo y desarrollo económico.

La Junta de Castilla y León ha mostrado su apoyo constante a los ganaderos y a las actividades relacionadas con la tauromaquia. Entre 2020 y 2021, destinó más de 4 millones de euros para apoyar a las explotaciones ganaderas durante unos años particularmente difíciles debido a la pandemia, reflejando su compromiso con la sostenibilidad y la protección de este patrimonio.

En definitiva, la entrega del premio 'Toro de Oro' a Justo Hernández no solo reconoce la calidad de un ejemplar excepcional, sino también la labor de toda una comunidad que trabaja con esfuerzo, respeto y pasión para mantener viva una tradición que enriquece la cultura, la economía y el medio ambiente de Castilla y León.

La Junta reafirma así su compromiso con la conservación de la raza, la protección de la dehesa y el apoyo a la tauromaquia como elementos esenciales del patrimonio cultural y natural de la región.