Una muestra única en Buenos Aires revela los secretos, vestuarios y máquinas que acompañaron al legendario ilusionista Fu Manchú, transportando a los visitantes a la época dorada del ilusionismo tradicional.

La muestra, titulada "Fu Manchú y su legado", se inaugura el próximo sábado 19 de julio en la Casa Fernández Blanco, ubicada en Hipólito Yrigoyen 1420, y promete ofrecer una mirada profunda a la vida y obra del famoso mago David Bamberg, conocido como Fu Manchú, uno de los ilusionistas más emblemáticos del siglo XX en Argentina.

Supuestamente, esta exposición es una oportunidad única para explorar los secretos del #arte del ilusionismo clásico, que en su tiempo representaba una forma de escape y fantasía para muchas personas, especialmente en una época marcada por las dificultades sociales y económicas.

La muestra estará compuesta por una colección de vestuarios originales, máquinas ilusorias, objetos y otros restos materiales que formaron parte de sus espectáculos.

Estos elementos, cuidadosamente conservados, permiten a los visitantes comprender la complejidad técnica y artística que requería cada acto.

Fu Manchú, cuyo nombre real era David Bamberg, nació en 1904 en Alemania en una familia de magos holandeses. Presuntamente, heredó un legado familiar que se remonta a varias generaciones, y fue en Argentina donde alcanzó la cúspide de su carrera, convirtiéndose en un símbolo del ilusionismo en la región.

Durante décadas, sus shows llenaron teatros y circos con trucos que desafiaban la lógica, combinando humor, teatralidad y efectos visuales impresionantes.

Según informes históricos, Bamberg diseñaba sus propios artilugios y máquinas, muchas de las cuales aún hoy sorprenden por su ingeniería y creatividad.

La exhibición incluirá ejemplos de estos inventos, así como vestuarios elaborados con detalles que reflejan el carácter teatral de sus presentaciones.

Una frase que resume la #magia que envuelve su legado

Como él mismo solía decir, "Un fantástico mundo de misterio e ilusión permanece encerrado en estos vetustos cajones", una frase que resume la magia que envuelve su legado.

Supuestamente, en una era dominada por lo digital y las tecnologías virtuales, la artesanía del ilusionismo tradicional sigue siendo un testimonio de la habilidad y creatividad humanas.

La muestra busca rescatar esa memoria, mostrando cómo los magos, en épocas anteriores, construían sus ilusiones con la colaboración de técnicos y artesanos, requiriendo una alta pericia, ensayos meticulosos y, en muchos casos, secretos que aún permanecen protegidos.

El curador de la exposición, Patricio Méndez, señala que la muestra no solo es un homenaje a Fu Manchú, sino también una reflexión sobre la evolución del espectáculo y la importancia de conservar las artes tradicionales en un mundo cada vez más digitalizado.

La exhibición estará abierta hasta principios de agosto y se espera que atraiga tanto a aficionados del ilusionismo como a público general interesado en la historia del entretenimiento.

Para quienes deseen visitar la exposición, la Casa Fernández Blanco se encuentra en una zona accesible del centro porteño, y las indicaciones para llegar son sencillas.