El gobierno de Nueva York destina más de 140 millones de euros para mejorar la infraestructura hídrica en diversas comunidades, garantizando agua potable segura y promoviendo el desarrollo económico y la salud pública.

Esta inversión, aprobada por la Junta de la Environmental Facilities Corporation (EFC), busca ofrecer #financiamiento a bajo costo y subvenciones tanto a nivel estatal como federal, permitiendo a los municipios realizar mejoras esenciales sin que estos costes recaigan en los residentes.
Supuestamente, estos fondos están destinados a abordar problemas críticos como la eliminación de contaminantes emergentes en el agua potable, la rehabilitación de sistemas obsoletos y la implementación de tecnologías modernas que garanticen la sostenibilidad y la resiliencia de los servicios públicos.
La iniciativa forma parte de una estrategia más amplia del estado de #Nueva York para fortalecer la #infraestructura hídrica, un elemento fundamental para la #salud pública y el bienestar ambiental.
Históricamente, la inversión en infraestructura de agua en Nueva York ha sido una de las más altas en Estados Unidos. Desde 2017, el estado ha destinado aproximadamente 5,4 mil millones de euros a estos proyectos, con el objetivo de reducir la dependencia de sistemas antiguos y mejorar la calidad del agua suministrada a millones de habitantes.
La utilización de los fondos del Acta de Inversión en Infraestructura y Empleos (supuestamente parte del paquete de estímulo federal) ha permitido acelerar el avance de estas obras, facilitando la implementación de tecnologías avanzadas como sistemas de filtración de alta eficiencia y plantas de tratamiento de última generación.
La financiación estatal, que puede llegar a cubrir hasta el 75% del costo total de los proyectos, representa una oportunidad significativa para las comunidades, ya que reduce los costos de interés y las cargas financieras a largo plazo.
Según datos de la propia EFC, estos fondos también generan beneficios económicos, creando empleos bien remunerados en el sector de la construcción y la ingeniería, además de fortalecer la capacidad de respuesta ante eventos climáticos extremos.
Entre las localidades beneficiadas se encuentran ciudades y pueblos en regiones clave como el Valle de Finger Lakes, Long Island y la región del Bajo Hudson.
Por ejemplo, en Long Island, se destinan aproximadamente 4,4 millones de euros para la instalación de sistemas de filtración avanzada en la zona de East Meadow y Mineola, con el fin de eliminar contaminantes peligrosos como PFOA y PFOS, que presuntamente afectan la salud de los residentes.
Además, en la región del Valle de Mohawk, se han aprobado fondos por casi 12 millones de euros para proyectos en village y towns que incluyen la construcción y modernización de plantas de tratamiento y sistemas de almacenamiento de agua.
La inversión también contempla mejoras en sistemas de alcantarillado y la expansión de redes para garantizar el acceso universal a agua limpia y segura.
La continuidad en estas acciones refleja el compromiso de Nueva York con la protección del recurso hídrico
Supuestamente, la continuidad en estas acciones refleja el compromiso de Nueva York con la protección del recurso hídrico, considerado un derecho humano fundamental.
La gobernadora Hochul ha enfatizado que estas inversiones no solo preservan la salud pública, sino que también fomentan la creación de empleo y promueven la sostenibilidad ambiental.
Por otro lado, líderes políticos como el senador Charles Schumer y la senadora Kirsten Gillibrand han destacado que estas acciones fortalecen la economía local y aseguran que la calidad del agua se mantenga en niveles seguros para todos los habitantes.
La inversión total en infraestructura de agua desde 2017, que supera los 6 mil millones de euros, refleja la prioridad que el estado otorga a estos proyectos.
En conclusión, la estrategia de Nueva York para modernizar su infraestructura hídrica mediante financiamiento accesible y subvenciones específicas, continúa siendo un ejemplo de liderazgo en el país.