El cierre del gobierno federal en Estados Unidos, presuntamente provocado por decisiones de los republicanos en Washington y liderado por Donald Trump, ha generado un impacto devastador en Nueva York. Miles de neoyorquinos enfrentan la pérdida de beneficios esenciales, mientras la gobernadora Hochul denuncia la irresponsabilidad política que perjudica a las familias, trabajadores y pequeños negocios del estado.

La gobernadora Kathy Hochul y diversos líderes locales han salido a denunciar esta crisis, asegurando que las acciones de Washington están poniendo en jaque los servicios esenciales y el bienestar de las familias que dependen de ellos.
Este cierre, presuntamente resultado de una disputa presupuestaria entre republicanos y demócratas, ha causado estragos en distintas áreas clave para la población.
Se estima que más de 1.5 millones de residentes en #Nueva York han visto amenazada su cobertura médica, con cerca de 300,000 neoyorquinos en riesgo de perder beneficios del programa SNAP, que alimenta a las familias más vulnerables.
La situación, supuestamente agravada por las decisiones de los congresistas republicanos de abandonar sus funciones, también afecta a hospitales y centros de atención que enfrentan costos no compensados que superan los 2.8 mil millones de euros anuales.
El impacto económico general, presuntamente estimado en unos 10.3 mil millones de euros, incluye la paralización de miles de empleos federales en la región, donde más de 115,000 empleados están en suspenso o trabajando sin remuneración en tareas esenciales como control del tráfico aéreo y seguridad en aeropuertos.
Además, los programas sociales, como Head Start, el WIC y otros beneficios de vivienda, están en riesgo de suspenderse si el cierre se prolonga, afectando a un gran número de familias, especialmente a las más jóvenes y mayores.
Supuestamente, la Administración Trump y sus aliados en Washington han priorizado políticas que benefician a las élites, recortando fondos que suponen unos 8 mil millones de euros anuales al sistema de salud estatal y poniendo en peligro más de 11 mil millones de euros en actividad económica, principalmente en sectores agrícolas y alimentarios.
La suspensión de fondos para programas de ayuda alimentaria y asistencia social también pone en jaque la seguridad alimentaria de millones de neoyorquinos.
La líder de la mayoría en el Senado, Andrea Stewart-Cousins, afirmó que esta situación es el resultado del caos y la falta de liderazgo en Washington.
“Supuestamente los republicanos están más preocupados por la política que por las necesidades de las personas. Este cierre tendrá efectos devastadores en trabajadores, ancianos y comunidades enteras”, dijo. La representante Toby Ann Stavisky añadió que las familias que dependen del SNAP y la atención médica están en una situación de incertidumbre extrema, y que los políticos en Washington deben asumir su responsabilidad y buscar soluciones inmediatas.
Diversos expertos y líderes sindicales han señalado que este cierre refleja una profunda irresponsabilidad que afecta directamente a la #economía y a la salud pública del estado
Por su parte, diversos expertos y líderes sindicales han señalado que este cierre refleja una profunda irresponsabilidad que afecta directamente a la economía y a la salud pública del estado.
Mario Cilento, presidente de la AFL-CIO en Nueva York, sostuvo que la falta de liderazgo en Washington y las decisiones de los republicanos están poniendo en riesgo la estabilidad de servicios fundamentales y los derechos de los trabajadores.
En un contexto histórico, la región de Nueva York ha enfrentado crisis similares en el pasado, incluyendo cierres parciales del gobierno en 2013 y 2018, que supuestamente dejaron huellas duraderas en la recuperación económica local y en la confianza de la población en las instituciones federales.
La situación actual, presuntamente aún peor, pone en evidencia la necesidad de un liderazgo responsable y de soluciones que prioricen a las personas antes que a intereses políticos.
Mientras tanto, la gobernadora Hochul y otros funcionarios han hecho un llamado urgente a los congresistas republicanos para que retomen sus responsabilidades y trabajen en un acuerdo que permita reabrir el gobierno y garantizar la continuidad de los programas y beneficios que sostienen a millones de neoyorquinos.