La Real Policía Montada de Canadá restringe el uso de la mayoría de sus drones fabricados en China debido a cuestiones de seguridad y costes, priorizando operaciones no sensibles con dispositivos de otros países.
Esta decisión responde a las preocupaciones sobre posibles vulnerabilidades en la transmisión de datos y comunicación de estos equipos, que constituyen aproximadamente el 80% de toda su flota de sistemas de aeronaves no tripuladas.
Actualmente, la fuerza policial utiliza un total de 1,230 sistemas de aeronaves pilotadas remotamente, conocidos como RPAS, que son fundamentales para tareas como el monitoreo de la frontera entre #Canadá y Estados Unidos, operaciones de vigilancia y búsqueda de personas desaparecidas, así como en actividades cotidianas de patrullaje comunitario.
Según detalla un informe enviado al comité de #seguridad nacional del Senado canadiense, reemplazar la flota de #drones chinos por modelos de otros países tendría un costo superior a los 40 millones de euros, aproximadamente unos 35,000 euros por cada unidad.
La opción de adquirir drones de fabricantes no chinos resulta casi el doble de cara, lo cual representa un obstáculo económico considerable para la organización.
Expertos en seguridad y #tecnología advierten que, debido a su origen, estos drones pueden ser vulnerables a ciberataques o accesos no autorizados, especialmente en comunicaciones y transmisión de datos, lo que podría poner en riesgo información confidencial y operaciones delicadas.
Ygal Bendavid, profesor en gestión de operaciones en la Universidad de Quebec en Montreal, explicó que "todo dispositivo conectado puede presentar vulnerabilidades de seguridad".
Por el momento, la #RCMP ha decidido restringir la transmisión de datos en vuelo de los drones chinos, destinándolos exclusivamente a operaciones no sensibles, como el apoyo en casos de personas desaparecidas, recuperación de vehículos robados o tareas de patrullaje en comunidades.
Es importante señalar que la polícia canadiense nunca ha utilizado estos drones en actividades relacionadas con operaciones de respuesta a emergencias, protección de VIPs, investigaciones fronterizas sensibles o colaboraciones con las autoridades estadounidenses.
La compra de estos drones chinos se realizó antes de que la RCMP implementara las restricciones en 2023. La fuerza policial ha destacado que estos dispositivos son una solución rentable, ya que representan un ahorro de tiempo y dinero en comparación con el despliegue de aeronaves tradicionales como aviones o helicópteros.
El uso de drones RPAS se considera una alternativa de bajo costo para operaciones de investigación y vigilancia
En términos económicos, el uso de drones RPAS se considera una alternativa de bajo costo para operaciones de investigación y vigilancia, permitiendo acceder a lugares difíciles y reducir recursos necesarios.
No obstante, expertos advierten que la dependencia de tecnología extranjera, en especial de China, plantea riesgos a largo plazo. La preocupación principal radica en que no se puede garantizar la procedencia de todos los componentes, software o sistemas de almacenamiento de datos que integran estos drones.
La historia muestra que la dependencia tecnológica externa puede suponer vulnerabilidades estratégicas y de seguridad nacional.
Wesley Wark, del Centro para la Gobernanza Internacional, indica que la RCMP parece haber encontrado soluciones a corto plazo, pero que una estrategia más efectiva sería centralizar futuras compras de tecnología para seguridad y realizar pruebas de vulnerabilidad de manera rutinaria.
Además, sugiere que en el futuro, las adquisiciones de drones para funciones de seguridad deberían priorizar a los fabricantes canadienses, fortaleciendo la cadena de suministro nacional.
Las tensiones entre Canadá y China también influyen en la percepción sobre la tecnología china en el ámbito de la seguridad. En los últimos años, las relaciones diplomáticas entre ambos países han sido tensas, en medio de disputas comerciales y acusaciones de espionaje. La decisión de limitar el uso de drones de origen chino refleja, en parte, el aumento de la preocupación por la protección de la información y la soberanía nacional.
A nivel histórico, Canadá ha sido pionero en adoptaciones tecnológicas en materia de seguridad, pero también ha enfrentado debates sobre el uso de infraestructura extranjera que podría representar riesgos para la protección de datos sensibles.
La lección que deja esta situación es la necesidad de evaluar con mayor rigor las compras de tecnología, promoviendo la innovación local y fomentando la fabricación en Canadá para reducir vulnerabilidades futuras.
En conclusión, la medida de la RCMP de limitar el uso de drones chinos se enmarca en una estrategia para equilibrar efectividad, costo y seguridad, en un contexto global donde la tecnología y la #seguridad nacional se entrelazan cada vez más.
