Expertos canadienses analizan cómo la madera puede ser un material sostenible y eficiente para estructuras espaciales, tras el lanzamiento del primer satélite de madera del mundo desde Japón.
Recientemente, científicos japoneses llevaron a cabo el lanzamiento del primer satélite de madera del mundo, conocido como LignoSat, lo que ha despertado el interés de expertos en Canadá sobre las ventajas que este material podría aportar a la exploración espacial.
Este pequeño satélite, fabricado a partir de madera de magnolia, fue enviado a la Estación Espacial Internacional y está programado para realizar su primer vuelo operativo en el espacio el próximo mes.
Aaron Boley, co-director del Instituto del Espacio Exterior en Vancouver, destacó que el LignoSat podría demostrar que la madera es una alternativa sostenible a los materiales convencionales usados en los satélites.
La preocupación actual sobre el impacto ambiental de los satélites es válida, ya que muchos de ellos están diseñados para desintegrarse en la atmósfera al final de su vida útil, liberando materiales que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente.
En contraste, la madera se descompondría de manera menos contaminante.
Boley mencionó que este tipo de proyectos están redefiniendo la relación de la humanidad con el espacio exterior.
A medida que avanzamos hacia la posibilidad de habitar otros planetas, es crucial investigar cómo soportan los materiales naturales en el entorno espacial.
El uso de la madera podría ser esencial para futuras misiones, ya que la naturaleza aislante de este material ofrece un mejor control de temperatura y humedad en comparación con opciones como el metal o el concreto, según Stavros Avramidis, director del departamento de ciencia de la madera en la Universidad de Columbia Británica.
En el espacio, los desafíos son diferentes a los de la Tierra.
Avramidis comentó que ciertos hongos y plagas que causan la descomposición de la madera no pueden sobrevivir en el espacio, lo que podría hacer que la madera resistiera mejor que en nuestro planeta.
Sin embargo, uno de los mayores obstáculos es la descomposición de la madera debido a la radiación, particularmente los potentes rayos X y gamma provenientes del sol.
Avramidis sugirió la necesidad de desarrollar un tipo de madera que sea resistente a la radiación para que, incluso, espacios como naves se puedan construir utilizando este material en el futuro.
El LignoSat tiene como objetivo recopilar datos sobre la durabilidad de la madera en el espacio, manteniéndose en órbita durante seis meses.
Durante este tiempo, los componentes electrónicos a bordo medirán cómo la madera tolera el ambiente extremo del espacio, donde las temperaturas fluctúan entre -73 °C y 40 °C cada 45 minutos, a medida que el satélite pasa de la oscuridad a la luz solar.
Con la creciente preocupación por la sostenibilidad en la tecnología espacial, es probable que la madera encuentre un lugar en futuras exploraciones más allá de nuestro planeta.
Avramidis concluyó diciendo que este lanzamiento es solo el primer paso hacia un uso más amplio de la madera en la investigación espacial.
"Un océano comienza con una gota de agua", afirmó, enfatizando así la importancia de estos primeros esfuerzos en la exploración espacial con materiales más amigables con el medio ambiente.