Shayla Chalifoux impulsa la inclusión de plantas autóctonas en el paisajismo urbano en Columbia Británica, resaltando su importancia ecológica y cultural. Esta iniciativa busca fortalecer la biodiversidad y recuperar conocimientos tradicionales en medio de un contexto de urbanización creciente.
Chalifoux, fundadora de Shaylish Plants, trabaja en promover la restauración y valorización de especies vegetales autóctonas, que poseen un papel fundamental en el equilibrio ecológico y en la preservación de tradiciones culturales indígenas.
Tradicionalmente, las autoridades y diseñadores de paisajes han priorizado especies exóticas por su apariencia estética y facilidad de manejo, lo que ha llevado a una disminución significativa de plantas autóctonas en las zonas urbanas.
Sin embargo, en un contexto global donde la pérdida de #biodiversidad aumenta alarmantemente, la integración de especies nativas se presenta como una estrategia para fortalecer la resiliencia de los ecosistemas urbanos.
Columbia Británica alberga una de las biodiversidades vegetales más rica de Canadá, con más de 2.500 especies de plantas vasculares identificadas, además de una vasta variedad de líquenes, musgos y hongos. Muchas de estas especies tienen un profundo valor cultural para las comunidades indígenas locales, que las han utilizado durante siglos en prácticas medicinales, ceremoniales y en su alimentación.
Entre las #plantas nativas que Chalifoux destaca se encuentran el pasto dulce, utilizado en ceremonias de purificación y en la fabricación de productos tradicionales, así como las bulbosas de camas, que son similares a la yuca y representan una importancia alimenticia para varias naciones indígenas.
La planta de pasto dulce crece cerca de ríos y áreas húmedas, y su uso ha sido documentado en relatos históricos en los que grupos de las tierras de las praderas las transportaban desde Estados Unidos para su consumo.
A pesar de la importancia ecológica y cultural de estas plantas, Chalifoux señala que la educación y las políticas públicas aún están rezagadas en cuanto a la promoción del uso de especies nativas en las ciudades.
La falta de regulación y de incentivos específicos ha impedido que muchas municipalidades implementen programas efectivos que aseguren un porcentaje mínimo de plantas autóctonas en los diseños urbanos.
En Vancouver, por ejemplo, la Junta de Parques y Recreación ha comenzado a trabajar en ello, incluyendo especies como el tejo del Pacífico en el proyecto de restauración del Parque Stanley, tras consultas con las comunidades indígenas locales.
Este esfuerzo busca no solo embellecer los espacios públicos, sino también crear hábitats que beneficien a polinizadores, aves y otras especies en peligro, además de fortalecer el vínculo de las comunidades con su patrimonio natural y cultural.
La iniciativa de Chalifoux invita a los ciudadanos a plantar en sus jardines o en balcones especies nativas, promoviendo la recuperación de relacionamientos ancestrales con la tierra.
Diferentes estudios han resaltado cómo la incorporación de plantas indígenas en #urbanismo puede reducir el uso de recursos como agua y fertilizantes
Desde hace décadas, diferentes estudios han resaltado cómo la incorporación de plantas indígenas en urbanismo puede reducir el uso de recursos como agua y fertilizantes, además de mantener y promover la biodiversidad local.
La Organización de las Naciones Unidas ha señalado que integrar la naturaleza en las ciudades es clave para lograr un desarrollo sostenible, especialmente en un escenario donde la urbanización continúa aumentando a un ritmo acelerado.
En este contexto, el trabajo de Chalifoux se alinea con un movimiento internacional que busca reconectar a las comunidades con sus raíces ecológicas y culturales, afrontando simultáneamente desafíos de urbanización y cambio climático.
