El renovado Mitsubishi Outlander se introduce en el mercado argentino tras un lapso de seis años con iniciativas limitadas, destacándose por su competitividad en precio y características.

Mitsubishi ha comenzado una nueva etapa en Argentina después de un periodo de aproximadamente cinco años en el que sus operaciones fueron sumamente restringidas.

Ahora, el lanzamiento del nuevo Outlander, un SUV que es importado directamente de Japón, marca una significativa reaparición en el mercado.

Este modelo llega al país con un costo de 56.820 euros, lo que implica una oferta atractiva ante la competencia.

El moderno Outlander es fabricado en la planta de Mitsubishi en Okazaki, Japón, y su importación y distribución se realiza a través de Mitsu-Motors, que forma parte del Grupo Antelo en Argentina.

La presencia de Mitsubishi en el país se remonta a 1991, y fue durante la década de los 90 cuando la marca alcanzó su máximo esplendor.

En 2018, la empresa intentó revivir su actividad mediante un relanzamiento, pero enfrentó desafíos significativos, incluidos continuas devaluaciones y restricciones a las importaciones que limitaron su presencia en el mercado.

Mariano Lanés, gerente comercial de Mitsu-Motors, destacó la importancia de haber mantenido la comercialización del modelo L200 incluso en tiempos difíciles, y subrayó que la reintroducción del Outlander fue posible gracias a extensas negociaciones con Mitsubishi y a un extenso proceso de homologación.

"Hasta ahora no habíamos podido hacerlo debido a los altos costos, pero hoy, con un marco claro para la importación y la eliminación de ciertos impuestos, hemos logrado ser más competitivos", comentó.

El precio del nuevo Outlander, que se asemeja al de la competencia inmediata, es notablemente inferior al de modelos locales como el Toyota SW4, que se vende a 70.000 euros, o el Volkswagen Tiguan, que, al no pagar aranceles de importación por su fabricación en México, se sitúa en un rango similar.

Omar Daneri, director general de la empresa, afirmó que cuentan con el respaldo de Japón para poder ofrecer estos precios y que existe una oportunidad para introducir nuevos modelos a corto plazo, incluso con el 35% de arancel de importación que enfrenta el sector.

La cuarta generación de este SUV está diseñado con un enfoque familiar, ofreciendo un espacio interior más cómodo, especialmente para los pasajeros de la segunda y tercera fila.

El Outlander tiene una longitud de 4.710 mm, 1.897 mm de ancho y una altura de 1.745 mm, junto con una distancia entre ejes de 2.706 mm.

Este modelo cuenta con suspensión trasera independiente y un sistema de tracción a las cuatro ruedas que se adapta a diferentes condiciones de manejo.

Bajo el capó, el Outlander alberga un motor de nafta de 2.5 litros que genera 184 caballos de fuerza, asociado a una caja de cambios automática CVT. Además, incluye múltiples modos de conducción que permiten optimizar el consumo de combustible o mejorar el desempeño.

En su interior, el SUV destaca por la disposición flexible de sus tres filas de asientos y la opción de tener hasta siete pasajeros.

Los asientos de la segunda fila son deslizables y reclinables, lo que garantiza una experiencia cómoda en viajes largos.

Entre otros aspectos destacados, el vehículo ofrece asientos delanteros ajustables eléctricamente, tapicería de cuero, climatizador de tres zonas, y conectividad con Apple CarPlay y Android Auto.

En términos de seguridad, el Mitsubishi Outlander se alza con una calificación máxima en evaluaciones de choque realizadas por Latin NCAP, lo que resalta su compromiso con la protección de los ocupantes.

Entre sus características de seguridad se encuentran siete airbags, sistema de asistencia de cambio de carril, radar de punto ciego y frenos automáticos de emergencia, garantizando así una conducción más segura para todos los pasajeros.