El nuevo Mercedes-Benz GLB 2024 combina versatilidad y diseño contemporáneo, convirtiéndose en una opción familiar destacada en el mercado argentino.

Mercedes-Benz, la reconocida marca alemana, ha visto cómo el auge de los SUV ha reemplazado a los tradicionales vehículos familiares, como monovolúmenes y rurales.

Aunque en Europa todavía se ofrecen algunos modelos familiares, en Argentina, prácticamente han desaparecido del mercado.

Ahora, el SUV se ha convertido en la primera opción para las familias, a pesar de que no siempre optimiza el uso del espacio.

Sin embargo, el GLB se destaca como la versión más orientada a las familias dentro de la gama de modelos compactos de la marca.

Lanzado en 2020 en un contexto de pandemia, el GLB ha recibido recientemente una actualización pequeña, lo que presenta una buena oportunidad para probar sus capacidades y atributos.

Este modelo fue pionero en adoptar una estética cuadrada que ahora está de moda, con un diseño que recuerda a los vehículos 4x4, un detalle que ha resonado positivamente entre los consumidores.

Aunque la apariencia robusta sugiere fuerza y versatilidad, este modelo también ofrece tracción en las cuatro ruedas, lo que es una característica apreciada por muchos usuarios.

El Mercedes-Benz GLB ofrece suficiente espacio para hasta siete pasajeros, gracias a su diseño inteligente que permite incluir una tercera fila de asientos.

El techo elevado proporciona comodidad en la segunda fila, lo que permite un mejor acomodo de las piernas.

Además, las filas de asientos adicionales se pueden ajustar en inclinación y posición longitudinal, lo que maximiza el confort de los ocupantes, especialmente de los niños.

En cuanto a las novedades del modelo 2024, se presentan un rediseño en los faros delanteros, el paragolpes y la parrilla, que ahora incorpora barras horizontales.

Sin embargo, el verdadero atractivo radica en el interior del vehículo.

Desde el momento en que ingresamos, la calidad y el diseño característico de Mercedes-Benz nos envuelven.

La ausencia de la estrella en el volante no disminuye el reconocimiento inmediato que produce el habitáculo, marcado por las dobles pantallas que son emblema de la línea compacta.

El espacio en la segunda fila es generoso, gracias a su techo alto que permite una mejor distribución de los asientos.

La tercera fila, útil para dos niños, se despliega desde el piso del maletero, que ofrece un espacio de almacenaje considerable cuando no está en uso, aunque esto viene a costa de la rueda de repuesto.

En lugar de ello, el vehículo cuenta con un compresor y sellador, que si bien es útil para pequeños pinchazos, no sirve en caso de roturas mayores.

El GLB llega a Argentina en su versión 250 4MATIC, que presenta un motor de gasolina de 2.0 litros con turbocompresor, que ofrece una potencia de 224 caballos y está acoplado a una transmisión automática de doble embrague de ocho velocidades.

Este sistema también incluye una opción de hibridación leve que alimenta los sistemas del vehículo.

El manejo del GLB es una combinación ideal entre confort y dinamismo, logrando un equilibrio que permite disfrutar de aceleraciones potentes y una conducción ágil tanto en ciudad como en carreteras.

A pesar de su capacidad para aventurarse fuera del asfalto, tiene limitaciones, sobre todo por el tipo de neumáticos que está diseñado para mejor rendimiento en carretera.

La distancia al suelo es adecuada para terrenos irregulares, pero no para un uso extremo todoterreno.

En un escenario donde las opciones familiares se reducen, el GLB se presenta como un gigante en cuanto a espacio y versatilidad, demostrando que no es necesario sacrificar el estilo y la calidad de manejo.

Precios: La versión de entrada del GLB 200 tiene un costo aproximado de 70.000 euros, mientras que la versión probada, el GLB 250 4MATIC, tiene un precio de 85.000 euros.

Este SUV es una opción destacada dentro del segmento de lujo, ofreciendo una mezcla de funcionalidad y elegancia en cada viaje.