La segunda edición del proyecto para evaluar competencias transversales en médicos en formación se llevará a cabo en el Hospital Universitario de La Princesa, en colaboración con el Instituto de Ingeniería del Conocimiento.

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El Hospital Universitario de La Princesa, un destacado centro público ubicado en Madrid, ha iniciado los preparativos para la segunda edición de un ambicioso proyecto que busca desarrollar y validar métodos para evaluar las competencias transversales de los médicos residentes (MIR) que se forman en el hospital.

Este proyecto, titulado “Desarrollo, validación y testeo para la evaluación de competencias transversales en médicos en formación (MIR)”, tiene como propósito principal entender y optimizar las habilidades que van más allá del conocimiento estrictamente médico, con el fin de mejorar el desempeño profesional de los residentes.

La iniciativa, que cuenta con la colaboración del Instituto de Ingeniería del Conocimiento (IIC), una entidad reconocida por su especialización en inteligencia artificial, se basa en un sistema informático que permite identificar las fortalezas y áreas de mejora de los médicos en formación.

La idea es que, a través de esta herramienta, los tutores pueden asegurar que la formación de los residentes sea más ajustada a las necesidades específicas de cada uno de ellos, fomentando así un enfoque más integral, humano y centrado en el paciente.

En 2024, se llevó a cabo la primera edición de este proyecto, en la cual participaron 220 médicos residentes de diversas especialidades. De ellos, un 65% respondió a las encuestas diseñadas, en las que se plantearon 114 preguntas que evaluaban 10 competencias transversales. Estas competencias incluyen aspectos como el pensamiento crítico, el profesionalismo, la colaboración multidisciplinar y la comunicación con pacientes y familiares.

Cada una de estas competencias se clasifica en cuatro niveles: no adquirido, nivel básico, nivel avanzado y nivel especializado, lo que permite obtener una evaluación detallada del progreso de cada residente.

Los resultados de esta primera edición fueron alentadores en general: los residentes mostraron un buen desempeño en la mayoría de las áreas evaluadas.

Sin embargo, la competencia que recibió calificaciones más bajas fue la relacionada con el “autocontrol”, un aspecto crucial que implica la gestión de emociones en situaciones de alta tensión, donde hasta un 20% de los participantes indicaron un nivel “no adquirido”.

Por otro lado, las competencias mejor valoradas fueron la de “comunicación” con pacientes y familiares y la de “autoevaluación veraz”, en las que más del 50% de los participantes alcanzaron un nivel avanzado.

Los médicos del hospital y los representantes del Instituto de Ingeniería del Conocimiento han valorado los resultados como muy útiles tanto para los residentes como para sus tutores, lo que ha llevado a la implementación de mejoras en el enfoque formativo para esta segunda edición.

Se espera que la nueva etapa de este proyecto continúe enriqueciendo la formación de los futuros médicos y contribuya a la excelencia en la atención sanitaria.

Históricamente, la medicina ha evolucionado desde simples curas físicas hasta un enfoque más integrado que considera el bienestar emocional y psicológico del paciente.

Este tipo de evaluaciones no solo forman profesionales más competentes, sino que también preparan a los médicos para enfrentar los desafíos del médico moderno, donde la empatía y la comunicación son tan vitales como el conocimiento técnico.