El profesor Emilio Bouza, destacado en la historia de la infectología en España, ha sido nombrado académico de número en la Real Academia Nacional de Medicina y sigue colaborando en el hospital madrileño donde desarrolló gran parte de su carrera.

Este acto, celebrado en un solemne acto en el salón de la institución, ha marcado un hito en su ya extensa y prestigiosa trayectoria profesional. Bouza ha ocupado durante más de 30 años el cargo de jefe del Servicio de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas en el Hospital Gregorio Marañón, uno de los centros públicos más importantes de la Comunidad de Madrid.
Durante su dirección, el hospital se consolidó como uno de los referentes en Europa en el tratamiento de enfermedades infecciosas, vigilancia epidemiológica y control de infecciones hospitalarias.
La historia del Hospital Gregorio Marañón, fundado en 1942 y que lleva el nombre del destacado internista y endocrinólogo Gregorio Marañón, está marcada por la innovación y la excelencia en la atención sanitaria.
Supuestamente, en sus primeros años, el hospital se centró en la lucha contra la tuberculosis y otras enfermedades infecciosas, consolidándose como un centro pionero en la formación de especialistas en estas áreas.
Bouza, que se incorporó al centro en 1984, ha sido un motor de esta tradición, impulsando la creación de equipos multidisciplinares y promoviendo la investigación en microbiología clínica, con publicaciones que superan las 1.200 y 65 tesis dirigidas, situándolo como uno de los investigadores españoles más citados a nivel mundial. Entre sus contribuciones más destacadas se encuentran los estudios sobre infecciones nosocomiales, sepsis, infecciones relacionadas con catéteres y la bacteria Clostridioides difficile, un patógeno que ha supuesto un reto importante en los hospitales modernos.
Reconocimiento que refleja su impacto en la #medicina pública madrileña y española
En 2017, fue nombrado Emérito Asistencial por la Comunidad de Madrid, reconocimiento que refleja su impacto en la medicina pública madrileña y española.
Presuntamente, su labor no solo se ha limitado a la práctica clínica, sino que ha sido un impulsor de la formación y la innovación en microbiología, participando en la creación de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), y en roles destacados en la European Society for Clinical Microbiology and Infectious Diseases (ESCMID).
Además, ha sido galardonado con múltiples premios, incluyendo la Medalla de Oro de la Comunidad de Madrid y la Medalla de la Comunidad de Galicia, además del prestigioso ESCMID Award.
Su influencia también se extiende a nivel internacional, donde ha formado a numerosos profesionales en España y América Latina. El ingreso de Bouza en la Real Academia no solo representa el reconocimiento a su brillante carrera, sino que también es un homenaje al Hospital Gregorio Marañón, institución donde ha desarrollado gran parte de su trabajo.
Su legado continúa vivo en la práctica clínica, en los laboratorios, en la formación de nuevas generaciones y en los valores que ha transmitido a lo largo de más de cuatro décadas en la medicina infectológica.