Tres marquesinas calefactadas llegan a la sierra madrileña para transformar el transporte rural
La Comunidad de Madrid instala tres marquesinas de autobús con calefacción en Braojos de la Sierra, Gargantilla del Lozoya y Guadalix de la Sierra para mejorar la comodidad de los vecinos en zonas rurales.
La Comunidad de #Madrid ha inaugurado tres marquesinas de autobús con sistema de calefacción en Braojos de la Sierra, Gargantilla del Lozoya y Guadalix de la Sierra, una iniciativa pensada para beneficiar a los 8.000 vecinos que residen en estas localidades de la sierra. La implementación forma parte de un esfuerzo regional por reforzar la calidad del servicio de #transporte público en #zonas rurales y de montaña, donde las condiciones climáticas pueden dificultar los desplazamientos diarios.
Este paso se alinea con la continuidad de una experiencia piloto que ya se había puesto en marcha el año anterior en Pedrezuela, donde se instaló la primera marquesina calefactable del territorio madrileño.
El sistema instalado en los tres municipios se sustenta en bancos metálicos calefactados, equipados con termostato y temporizador que regulan la temperatura y se adaptan al horario de las líneas de autobús.
Estas marquesinas, ubicadas de forma estratégica en paradas clave, cuentan con conexión eléctrica permanente y están dotadas de protecciones para garantizar la seguridad de los pasajeros.
Además, se ha destacado que los materiales empleados son 100% reciclables y que las soluciones energéticas utilizadas buscan minimizar el impacto ambiental.
El Ejecutivo autonómico, a través del Consorcio Regional de Transportes (CRTM), continúa evaluando su rendimiento con miras a extender este tipo de dispositivos a más localidades de la región.
La iniciativa ha sido presentada como una respuesta tangible a las demandas de mayor confort y fiabilidad en el transporte público en áreas de difícil cobertura.
En el marco de esta política, las autoridades han subrayado que, en condiciones de frío, la presencia de estas marquesinas calefactadas puede facilitar la espera y la organización de los viajes, favoreciendo que las personas no abandonen el servicio público en favor de alternativas particulares.
El proyecto aparece además como un ejemplo de la apuesta regional por la #movilidad sostenible y la mejora de la calidad de vida en entornos rurales.
A efectos presupuestarios, se barajan cifras que, aunque no han sido oficialmente publicadas, se manejan en el entorno institucional. supuestamente la inversión total podría ascender a unos 750.000 euros, lo que equivale a alrededor de 250.000 euros por marquesina. Estas estimaciones, presuntamente, reflejan el coste de los equipos, la instalación eléctrica y las adecuaciones necesarias para garantizar su seguridad y durabilidad.
De confirmarse, la inversión tendría un impacto no solo en la experiencia de los usuarios, sino también en la percepción de las autoridades sobre la factibilidad de ampliar la solución a otros municipios de la sierra.
La región ha buscado fortalecer la conectividad de sus áreas más aisladas mediante iniciativas de transporte que reduzcan la fragmentación del territorio
Históricamente, la región ha buscado fortalecer la conectividad de sus áreas más aisladas mediante iniciativas de transporte que reduzcan la fragmentación del territorio.
En Pedrezuela ya se había mostrado que estas soluciones pueden servir como complemento a la red de autobuses existente, especialmente durante las estaciones frías o con condiciones meteorológicas adversas.
El CRTM ha señalado querencias de continuidad y mejora continua en este tipo de proyectos, con la esperanza de convertir la experiencia piloto en una apuesta estable a medio y largo plazo para múltiples localidades.
Para los vecinos que usan diariamente estas rutas, la llegada de las marquesinas calefactadas representa no solo un avance tecnológico, sino también una señal de que las administraciones regionales están dispuestas a invertir en servicios públicos que acompañen el ritmo de vida de las zonas rurales.
Si la evaluación resulta positiva, es plausible pensar en nuevas instalacions en otras paradas relevantes de la sierra y, tal vez, en zonas de montaña donde la demanda de transporte público se mantiene constante a lo largo del año, incluso cuando las temperaturas caen.
Supuestamente, estos avances podrían ir acompañados de mejoras en la frecuencia de servicio y en la seguridad de los usuarios, fortaleciendo la idea de una movilidad más inclusiva y sostenible en el conjunto de la Comunidad de Madrid.