El Cuerpo de Bomberos de Madrid registró un incremento del 66% en intervenciones relacionadas con enjambres de abejas sin colmena en 2024, con casi 70% en primavera. Además, se lanzan ayudas económicas para potenciar la producción apícola en la región.

Imagen relacionada de aumento de intervenciones por enjambres de abejas en madrid y nuevas ayudas para apicultores

Durante 2024, el Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid experimentó un notable aumento en las llamadas relacionadas con enjambres de abejas sin colmena, registrando un incremento del 66% respecto al año anterior.

En total, se atendieron 634 emergencias, siendo casi el 70% de ellas concentradas en los meses de primavera, período en el que la actividad de estos insectos es más intensa debido a la floración.

Solo en mayo, los bomberos realizaron 269 salidas por esta causa, lo que implica un promedio de aproximadamente nueve intervenciones diarias durante ese mes.

Este incremento puede atribuirse a varios factores, entre ellos, un invierno especialmente suave y lluvias abundantes en temporadas recientes, condiciones que favorecen la proliferación y desplazamiento de enjambres.

La presencia de estos grupos de abejas en zonas urbanas y periurbanas representa un riesgo potencial para la población, especialmente en áreas cercanas a viviendas, colegios, hospitales y espacios recreativos.

Los profesionales de los bomberos actúan rápidamente en estos casos, asegurando la seguridad de las personas y trasladando las abejas a lugares adecuados.

Cuando reciben un aviso, los bomberos acuden al lugar, recogen a la abeja reina y la colocan en una caja cazaenjambres. Los demás insectos siguen a la reina y se instalan en panales ubicados en la zona. La operación se realiza con precaución para evitar ataques o daños, y la zona se acordona hasta la noche, momento en que la actividad de las abejas disminuye.

Después, los expertos en apicultura se encargan de reubicar a las colonias en áreas rurales, donde puedan continuar su ciclo natural sin poner en riesgo a la población.

En paralelo, la región de Madrid ha puesto en marcha una convocatoria de ayudas destinada a fortalecer la apicultura local. La iniciativa cuenta con un presupuesto inicial de 85.000 euros, que puede ampliarse hasta 120.000 euros, con fondos provenientes del Gobierno regional, el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) y el Estado. La convocatoria está dirigida a apicultores y empresas del sector, con la finalidad de promover la mejora en la producción y comercialización de miel y otros productos apícolas.

Actualmente, en la comunidad se gestionan unas 13.682 colmenas distribuidas en 114 municipios, que producen aproximadamente 220 toneladas de miel anuales, equivalentes a unos 200.000 euros al valor actual del mercado europeo, donde el kilogramo de miel se cotiza alrededor de 9 euros. Los beneficiarios pueden presentar sus solicitudes de manera telemática hasta el 2 de junio, destinando los fondos a servicios de asesoramiento, formación, mejoras en la calidad de los productos, análisis en laboratorios, promoción y otras acciones relacionadas con la apicultura.

Este esfuerzo forma parte de una estrategia regional para proteger a estos polinizadores fundamentales. Los abejorros, mariposas, murciélagos y colibríes también se enfrentan a amenazas crecientes por la actividad humana, que pone en riesgo la biodiversidad.

La región de Madrid, consciente de su importancia, celebra hoy el Día Mundial de las Abejas con actividades y campañas de concienciación.

El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (IMIDRA) desarrolla actualmente diversos proyectos para preservar y estudiar estos insectos.

Entre ellos, destaca Apisost, que analiza las relaciones entre la abeja de miel (Apis mellifera) y otros insectos polinizadores, y Néctar 2.0, que investiga las causas de la disminución de la producción de miel y el impacto del ácaro Varroa, uno de los principales enemigos de las colonias.

Además, se ha creado una isla de biodiversidad en el corredor ecológico Arco Verde, en el Monte de Valdelatas, en las cercanías de Madrid y Alcobendas, con el fin de proteger la flora autóctona y ofrecer refugio a los polinizadores.

En resumen, el aumento en las emergencias relacionadas con enjambres de abejas en Madrid refleja una tendencia que requiere atención tanto en la gestión de riesgos urbanos como en la protección de estos valiosos polinizadores.

Las ayudas económicas y proyectos de conservación buscan garantizar la supervivencia y la productividad de las colonias, esenciales para la biodiversidad y la economía agrícola de la región.