Una profesora fue atacada brutalmente por una madre y su hija en un colegio de Neuquén, dejando su rostro desfigurado. El incidente genera preocupación por la seguridad en las instituciones educativas argentinas.

Imagen relacionada de una docente resulta gravemente herida tras una agresion en una escuela de neuquen

El pasado martes, en las afueras de la ciudad de Neuquén, una docente sufrió una agresión de extrema violencia que dejó su rostro desfigurado. La profesora, quien trabaja en el Instituto de Formación Docente (IFD 12) de nivel primario, fue atacada por una madre y su hija, quienes ingresaron al establecimiento pese a tener prohibido hacerlo.

La situación ocurrió en un contexto de tensión previo, ya que las agresoras habían amenazado en varias ocasiones a la docente y a otras autoridades del colegio.

Según informó la Secretaría del establecimiento, la madre y su hija de 12 años lograron evadir la seguridad del colegio tras ingresar por la fuerza.

La directora del colegio, Sandra Sepúlveda, describió la situación como “salvaje”, señalando que una de las agresoras incluso le arrojó la cabeza contra la pared, causando una deformación en su rostro.

La docente sufrió heridas severas, que requieren atención médica especializada. La violencia fue de tal magnitud que, en palabras de la propia secretaria, “fue una paliza terrible”.

Este incidente no solo afectó a la docente, sino que también otras dos autoridades del colegio resultaron heridas en el enfrentamiento. La situación ha despertado una profunda preocupación en la comunidad educativa y en las autoridades locales, quienes han condenado enérgicamente la agresión.

La secretaria destacó que, independientemente de las provocaciones, “no se justifica ninguna forma de violencia”. La protección y seguridad de los trabajadores de la educación deben ser prioridad en estos contextos.

Este hecho se suma a una larga lista de episodios de violencia en instituciones educativas argentinas, que en los últimos años han sido motivo de debate nacional.

La historia reciente del país refleja una serie de incidentes similares donde la tensión entre docentes, estudiantes y familiares ha escalado a niveles peligrosos.

La situación en Neuquén pone sobre la mesa la necesidad de reforzar las medidas de seguridad en los colegios y de implementar programas de prevención y diálogo.

Tras lo ocurrido, las clases en el colegio fueron suspendidas para evaluar la situación y garantizar la seguridad de todos. El Consejo Provincial de Educación (CPE) anunció que trabajará en la implementación de dispositivos especiales para proteger a docentes, alumnos y personal.

Además, se buscará brindar apoyo psicológico a los afectados y reforzar la presencia policial en las cercanías de los colegios.

Este tipo de episodios no solo afectan la salud física y emocional de quienes los sufren, sino que también impactan en el normal funcionamiento del sistema educativo.

La comunidad educativa de Neuquén y de todo Argentina sigue reclamando mayor protección y mecanismos efectivos para prevenir la violencia en las escuelas.

La apuesta es que, con políticas firmes y el compromiso de toda la sociedad, se pueda garantizar un ambiente seguro y propicio para la formación de los niños y jóvenes.