El Papa Francisco ha aclarado sus comentarios sobre Rusia y China durante su reciente viaje a Mongolia. Sus declaraciones fueron mal interpretadas por Ucrania como un elogio al imperialismo ruso, pero el Papa ha afirmado que su intención era recordar a los jóvenes rusos su gran herencia cultural y no política. Además, ha querido asegurar a China que la Iglesia Católica no tiene segundas intenciones y no debe ser percibida como una potencia extranjera.
Durante el viaje a Mongolia, el Papa Francisco ha abordado la polémica generada por sus comentarios sobre Rusia y China.
En una conferencia de vídeo con jóvenes católicos rusos, el Papa mencionó a los zares Pedro I y Catalina II, que expandieron el territorio ruso, y les recordó que son herederos del 'gran imperio ruso'. Estas palabras han causado revuelo en Ucrania, ya que el presidente ruso, Vladimir Putin, ha invocado los legados de estos monarcas para justificar su invasión de Ucrania y la anexión de su territorio.
Sin embargo, el Papa ha aclarado que su intención no era elogiar el imperialismo, sino resaltar la riqueza cultural de Rusia.
Mencionó, por ejemplo, a Fyodor Dostoevsky, uno de sus autores favoritos.
'Quizás no fue la mejor manera de expresarlo, pero al hablar del gran Rusia, estaba pensando más en lo cultural que en lo geográfico', ha explicado el Papa.
El Papa Francisco acelera su agenda de reformas en la Iglesia Católica
El Papa Francisco está llevando a cabo cambios revolucionarios en personal y políticas en la Iglesia Católica, en línea con su consejo de 'hacer un lío'. Con su visita a Portugal para la Jornada Mundial de la Juventud, está buscando solidificar los cambios necesarios para el siglo XXI y contar con la próxima generación de fieles y líderes para implementarlos. Además, está promoviendo un Sínodo en el Vaticano que se centrará en temas importantes como la inclusión de los católicos LGBTQ+ y las mujeres en la iglesia, dando voz y voto a las mujeres y los jóvenes por primera vez en la historia de la iglesia.El pontífice también ha querido tranquilizar a China, con la que el Vaticano mantiene relaciones complicadas.
Ha afirmado que la Iglesia Católica no tiene segundas intenciones ni debe ser considerada una potencia extranjera.
'Quiero asegurar a China que la Iglesia está aquí para servir, no para imponer', ha asegurado el Papa.
En conclusión, el Papa Francisco ha aclarado sus comentarios sobre Rusia y China durante su viaje a Mongolia.
Ha dejado claro que su intención era destacar la herencia cultural de Rusia y no elogiar el imperialismo.
Además, ha querido asegurar a China que la Iglesia Católica no tiene segundas intenciones y no debe ser vista como una potencia extranjera.