El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se vio envuelto en un incidente peligroso cuando un ataque aéreo israelí golpeó el aeropuerto internacional de Saná, Yemen, justo cuando se preparaba para abordar su vuelo.

La misión de Ghebreyesus consistía en negociar la liberación de personal de las Naciones Unidas que había sido detenido en el país y evaluar la grave situación humanitaria y de salud de la población local.

De acuerdo con las declaraciones del propio Ghebreyesus, el ataque aéreo ocurrió aproximadamente dos horas antes de su embarque.

Afortunadamente, él y sus colegas de la ONU se encontraban a salvo, aunque un miembro de la tripulación resultó herido.

"El aeropuerto recibió un fuerte bombardeo.

La torre de control, la sala de espera y la pista sufrieron daños significativos", comentó Ghebreyesus, quien también destacó el impacto de la violencia en el área, que dejó a la torre de control hecha cenizas.

El ejército israelí justificó sus ataques argumentando que tenían como objetivo instalaciones militares de un régimen al que consideran terrorista, en este caso el régimen Houthi.

Además de Saná, los bombardeos también impactaron infraestructura militar en los puertos de Al-Hudaydah, Salif y Ras Issa, ubicados en la costa occidental del país.

Este ataque aéreo ocurre en un contexto de creciente tensión en la región, en el cual los Houthis, que son apoyados por Irán, continúan perpetrando ataques contra Israel, alineándose con otros grupos militantes en Gaza.

Durante las últimas semanas, las Fuerzas de Defensa de Israel han llevado a cabo operaciones que han debilitado significativamente a Hezbollah, un grupo respaldado por Irán en Líbano, lo que ha aumentado la animosidad en el área.

La situación humanitaria en Yemen es desesperada, con millones de personas necesitando asistencia y con el sistema de salud al borde del colapso.

Este conflicto ha dejado a Yemen en uno de los peores desastres humanitarios del mundo, y el trabajo de la ONU y la OMS es vital para proporcionar ayuda a los más necesitados.

En el pasado, Yemen ha enfrentado múltiples crisis, desde revueltas políticas hasta intervenciones militares extranjeras.

El conflicto actual se intensificó en 2015, cuando una coalición liderada por Arabia Saudita lanzó una ofensiva contra los Houthis.

La situación se ha rehecho a lo largo de los años, con múltiples actores regionales e internacionales involucrados.

Las imágenes del ataque aéreo de esta semana son un recordatorio de la complejidad y la feroz lucha por el poder en la región, resaltando la importancia de los esfuerzos diplomáticos para restaurar la paz y la estabilidad.