Beirut: La tensión en el sur de Líbano ha aumentado tras un ataque aéreo llevado a cabo por los aviones de guerra israelíes, los cuales abrieron fuego después de detectar actividad del grupo Hezbollah en un supuesto almacén de cohetes.

Este ataque aéreo representa la primera acción militar de Israel desde que se estableció un alto el fuego facilitado por Estados Unidos y Francia.

Aunque las autoridades israelíes no han proporcionado detalles sobre posibles víctimas, la agencia nacional de noticias de Líbano confirmó que al menos dos personas resultaron heridas en el ataque.

La reciente escalada de violencia ha generado preocupación sobre la vigencia del acuerdo de alto el fuego, el cual estipula una tregua inicial de dos meses durante los cuales los militantes de Hezbollah deben retirarse al norte del río Litani, mientras que las fuerzas israelíes deben retroceder a su lado de la frontera.

Este acuerdo también prevé que una zona de amortiguamiento sea patrullada por tropas libanesas y cascos azules de la ONU.

Poco después del anuncio de la tregua, se reportaron disparos israelíes dirigidos a civiles en el área de Markaba, cerca de la frontera con Israel.

Este ataque pronto fue seguido por disparos de artillería en otros tres puntos cercanos a la frontera, aunque nuevamente no se reportaron víctimas.

Sin embargo, la población civil ha comenzado a regresar a sus casas, encontrando muchas de ellas en ruinas tras años de conflicto cruento.

El conflicto entre Israel y Hezbollah, que ha dejado miles de muertos y desplazados, ha alcanzado niveles alarmantes en el transcurso del último año.

En este período, las intervenciones militares se han intensificado, y las fronteras han visto un incremento de la actividad tanto militar como de milicias.

El resurgimiento de enfrentamientos y el incumplimiento del alto el fuego amenazan la estabilidad de la región.

Inclusos en el norte de Israel, donde periodistas han reportado la presencia de drones israelíes y el sonido de bombardeos en el lado libanés, el miedo persiste entre los civiles.

El ejército israelí alegó que varios sospechosos, que estaban trasladándose en vehículos, violaron las condiciones del acuerdo de alto el fuego, lo que justificó su respuesta.

La declaración del ejército subraya su intención de actuar enérgicamente contra cualquier infracción del cese al fuego.

Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca la evolución de la situación, haciendo llamamientos a la paz y a la estabilidad en la frontera de ambos países en un entorno ya de por sí delicado.

La historia reciente refleja un ciclo de violencia que ha sido difícil de romper, y todas las miradas están puestas en las acciones de ambos lados en los próximos días, a medida que la tensión sigue latente y las esperanzas de un futuro más pacífico parecen desvanecerse.