El ex presidente Donald Trump ha nombrado a Charles Kushner, padre de su yerno, como el nuevo embajador de Estados Unidos en Francia, a pesar de su controvertido pasado criminal.

El ex presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha designado a Charles Kushner, conocido por ser el padre de Jared Kushner, su ex asesor en la Casa Blanca, como el nuevo embajador de EE. UU. en Francia.

La decisión ha sido recibida con opiniones divididas, ya que Kushner tiene un pasado legal complicado que ha resurgido en el debate público.

Kushner, que tiene 70 años, fue condenado en 2006 por evasión de impuestos, manipulación de testigos y realización de donaciones ilegales a campañas.

A pesar de su condena, Trump le concedió un indulto al final de su administración, lo cual generó controversia y críticas.

Chris Christie, antiguo gobernador de Nueva Jersey y fiscal que procesó a Kushner, describió su caso como "uno de los más abominables y repugnantes crímenes" que se enfrentó en su carrera.

Trump, de 78 años, se ha mostrado entusiasta sobre la designación de Kushner, describiéndolo como un "líder empresarial excepcional, filántropo y negociador". En un mensaje publicado en Truth Social, el ex presidente extendió sus felicitaciones a Kushner, su esposa Seryl, sus cuatro hijos y sus 14 nietos.

La relación diplomática entre EE. UU. y Francia es una de las más antiguas del mundo, habiendo comenzado durante la Revolución Americana, cuando Francia apoyó a las colonias en su lucha por la independencia.

Durante la celebración del 240 aniversario de estas relaciones, el enfoque en el fortalecimiento de la alianza se vuelve crucial.

En sus declaraciones, Trump mencionó que Kushner había trabajado codo a codo con él en temas relevantes como la Operación Warp Speed, dirigida al desarrollo de vacunas contra el COVID-19, la reforma de la justicia penal, y los Acuerdos de Abraham, que normalizaron relaciones entre Israel y varios estados árabes.

Al referirse al nuevo embajador, Trump enfatizó su compromiso de hacer de la alianza con Francia una prioridad, describiendo al país como "nuestro aliado más antiguo y uno de los más grandes".

A medida que Kushner toma posesión de su nuevo cargo, se espera que sea un defensor firme de los intereses estadounidenses en París, aunque será interesante observar cómo su historial personal y legal afecta su capacidad para desempeñar funciones diplomáticas.

Muchos analistas sugieren que el nombramiento de Kushner podría ser visto con escepticismo por parte de los funcionarios franceses, ya que la historia de su familia y su condena son temas delicados en el contexto político actual.

La llegada de Kushner a la embajada probablemente generará discusiones sobre la idoneidad de personas con antecedentes criminales en posiciones diplomáticas, un tema que ha cobrado relevancia en más de una ocasión en la política estadounidense.

La figura de Kushner en el escenario internacional también podría influir en cómo se percibe la administración de Trump, y específicamente su enfoque en la política exterior.

La relación entre los dos países, que ha atravesado altibajos, requiere atención y cuidado, y los próximos meses serán determinantes para ver cómo se maneja esta nueva etapa bajo la representación de Kushner en el extranjero.