El gobierno indio suspende temporalmente vuelos en 32 aeropuertos tras ataques con misiles y drones desde Pakistán, aumentando la tensión en la frontera. La medida afecta regiones clave en la zona de Cachemira y estados limítrofes, en un contexto de escalada militar entre ambos países.

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Este sábado, India anunció la suspensión temporal de las operaciones en 32 aeropuertos ubicados en varias regiones del país, en respuesta a una serie de ataques con misiles y drones desde Pakistán contra localidades situadas en su frontera noroeste.

La decisión, tomada por el Ministerio de Aviación Civil, tiene como objetivo garantizar la seguridad operativa y responder a las recientes acciones militares en la zona.

Las operaciones en estos aeropuertos permanecerán canceladas hasta las 05:29 hora local del 15 de mayo, lo que equivale a las 23:59 GMT del día anterior.

Entre los aeropuertos afectados se encuentran varios en la región de Jammu y Cachemira, incluyendo el de Srinagar, la principal ciudad de la zona, así como en los estados de Punjab, Rajastán y Gujarat, todos ellos adyacentes a Pakistán.

La medida también contempla la suspensión de 25 segmentos en las rutas del Servicio de Tráfico Aéreo (ATS) en las regiones de Información de Vuelo (FIR) de Delhi y Mumbai, según informó la Autoridad de Aeropuertos de la India (AAI).

Estas restricciones son parte de un esfuerzo por mantener la seguridad ante la escalada de tensiones en la frontera.

Este conflicto no es nuevo. Desde la independencia de la India en 1947 y la posterior partición del subcontinente, Cachemira ha sido un foco de disputa entre India y Pakistán. En varias ocasiones, ambos países han protagonizado enfrentamientos militares, siendo la región un punto caliente de tensión en la región del sur de Asia.

En los últimos años, la escalada de enfrentamientos y ataques ha aumentado, especialmente tras la revocación del estatus especial de Jammu y Cachemira en 2019 por parte del gobierno indio.

La situación se agravó aún más esta semana, cuando India llevó a cabo bombardeos en supuestas bases terroristas en territorio paquistaní, desde donde se afirmaba que se planeaban ataques en suelo indio.

Como respuesta, Pakistán anunció el cierre de su espacio aéreo desde la madrugada del sábado, desde las 3:15 hora local (22:15 GMT del viernes) hasta las 12:00 del sábado, en un intento de controlar la situación militar y evitar incidentes mayores.

Estos cierres temporales en los espacios aéreos de ambos países reflejan la gravedad de la crisis y la posible escalada del conflicto.

Históricamente, los enfrentamientos entre India y Pakistán han tenido profundas implicaciones tanto en la región como a nivel internacional. La comunidad mundial ha instado a la calma y a la búsqueda de soluciones diplomáticas, aunque la tensión en la frontera continúa siendo una preocupación constante.

La suspensión de vuelos y el cierre del espacio aéreo en ambos lados limita la movilidad y la economía en una zona ya de por sí vulnerable, y aumenta el riesgo de un conflicto mayor si no se toman medidas para reducir las tensiones.

En términos económicos, la interrupción del tráfico aéreo afecta a millones de pasajeros y carga, además de impactar en el turismo y las actividades comerciales en la región.

La India, con una economía en crecimiento, ha invertido significativamente en infraestructura aérea en los últimos años, y estas interrupciones representan un revés para sus planes de expansión.

Por su parte, Pakistán también enfrenta pérdidas económicas por estas medidas y la incertidumbre que generan en el sector aéreo y empresarial.

La comunidad internacional sigue de cerca esta escalada, y países como Estados Unidos, China y países europeos han pedido calma y una resolución pacífica del conflicto.

Sin embargo, la situación en la frontera indio-pakistaní continúa siendo tensa, y las próximas horas serán cruciales para determinar si se logra contener la crisis o si se precipita en un enfrentamiento más amplio.

La historia muestra que, en momentos de alta tensión, la diplomacia y la moderación son clave para evitar desastres mayores en una de las regiones más peligrosas del mundo.