El Gobierno Vasco ha comenzado una serie de reuniones en distintas comarcas para abordar los retos en seguridad ciudadana, ciberseguridad y emergencias, con miras a desarrollar un plan estratégico hasta 2030.

Este foro, liderado por el Departamento de Seguridad, se enmarca dentro de un proceso participativo que involucra a diversos actores sociales y económicos para definir los retos y prioridades en materia de #seguridad para los próximos años.
El encuentro tuvo lugar en la Casa de Cultura de Sodupe, en la comarca de Enkarterri, y reunió a responsables de la Ertzaintza, alcaldes, concejales, fuerzas de seguridad locales, empresas, organizaciones sociales, agentes de protección civil y representantes de sectores clave.
La cita forma parte de una serie que se extenderá por las 24 comarcas y los tres territorios históricos del País Vasco, con un total de 31 reuniones programadas hasta 2030.
El consejero de Seguridad, Bingen Zupiria, expresó durante la inauguración su interés en escuchar a la ciudadanía y comprender sus principales inquietudes en relación con la seguridad actual y futura.
Zupiria destacó que los temores principales de la sociedad incluyen los delitos comunes, la protección de la integridad física, especialmente de las mujeres, y la ciberseguridad, cada vez más relevante en una sociedad digital.
Además, añadió que fenómenos meteorológicos extremos, como las tormentas o las inundaciones, también representan un desafío importante para la gestión de emergencias.
Es importante recordar que, históricamente, #Euskadi ha enfrentado diversos retos en materia de seguridad, desde conflictos políticos y sociales en décadas pasadas hasta la lucha contra el delito organizado.
La experiencia adquirida en estos años ha contribuido a fortalecer las instituciones y a construir un sistema de protección más eficaz y coordinado.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad
El objetivo principal de estos encuentros es fortalecer la colaboración entre los diferentes niveles de administración pública, las fuerzas y cuerpos de seguridad, las entidades sociales y el sector privado, con el fin de crear un diagnóstico compartido que sirva de base para el desarrollo del Plan de #Seguridad Integral 2026-2030.
Este plan buscará no solo responder a las amenazas tradicionales, sino también a nuevos desafíos derivados de la digitalización, el cambio climático y las transformaciones sociales.
El proceso participativo contempla dinámicas abiertas donde los asistentes expresan sus preocupaciones y aportan ideas para mejorar las políticas públicas en materia de seguridad.
La estrategia no solo contempla aspectos preventivos, sino también de protección y respuesta ante emergencias climáticas y ciberataques.
La iniciativa ha sido bien recibida por la comunidad, que valora la oportunidad de ser parte activa en la definición de las prioridades y en la construcción de un entorno más seguro.
La colaboración y el diálogo son consideradas fundamentales para crear una red de seguridad que abarque tanto la seguridad ciudadana como la protección de infraestructuras y el bienestar colectivo.