Las fuerzas policiales están adoptando vehículos eléctricos, y el Tesla Model Y lidera este cambio con beneficios que van más allá de la sostenibilidad. Descubre cómo esta tendencia está transformando la seguridad pública y qué ventajas ofrecen estas nuevas patrullas eléctricas.

En los últimos años, las agencias policiales en diferentes partes del mundo han comenzado a incorporar vehículos eléctricos en sus flotas, buscando no solo reducir su huella ambiental, sino también aprovechar las ventajas en rendimiento y costos operativos.
Entre los modelos que están ganando popularidad, el Tesla Model Y se destaca como una opción preferida por varias fuerzas del orden, gracias a su combinación de eficiencia, rendimiento y tecnología avanzada.
Históricamente, los vehículos policiales han sido dominados por modelos tradicionales de gasolina o diésel, como el famoso Ford Crown Victoria o el Chevrolet Caprice.
Sin embargo, las preocupaciones sobre la contaminación atmosférica, el alto costo del combustible y el mantenimiento de estos vehículos han impulsado a muchas ciudades a buscar alternativas más limpias y eficientes.
La adopción de vehículos eléctricos no solo ayuda a mejorar la calidad del aire, sino que también puede reducir significativamente los gastos en combustible y mantenimiento, aspectos críticos para las finanzas municipales.
El Tesla Model Y, en particular, ha sido una elección estratégica para las fuerzas policiales debido a su tamaño compacto, alto rendimiento y la extensa red de carga que soporta.
En ciudades como South Pasadena, en California, la policía local ya ha implementado una flota de Model Y adaptados para tareas policiales mediante kits especializados, desarrollados por empresas como Unplugged Performance.
Estas modificaciones incluyen ruedas y neumáticos preparados para persecuciones, líneas de freno de acero trenzado con fluidos de alta temperatura, paneles balísticos en las puertas y sistemas de iluminación y comunicación avanzados.
El proceso de equipar estos vehículos no ha sido sencillo. Requiere una cuidadosa ingeniería y colaboración cercana con Tesla para garantizar que los autos cumplan con los estándares de rendimiento y seguridad exigidos por las fuerzas del orden.
Por ejemplo, el software del Model Y ha sido ajustado para optimizar el rendimiento en labores policiales, sin alterar su sistema eléctrico ni la batería, manteniendo así la autonomía y fiabilidad del vehículo.
Un aspecto clave es la autonomía del Tesla Model Y, que en condiciones reales puede recorrer más de 500 kilómetros con una sola carga, suficiente para cubrir turnos extensos sin preocuparse por quedarse sin batería en medio de una persecución o patrulla.
Hackers piratean funciones de suscripción de Tesla
Un grupo de hackers logró piratear el acceso a funciones de suscripción de Tesla, una de las marcas de automóviles más tecnológicas del mundo. Este ataque cibernético permitió el acceso remoto a funciones pagas como la calefacción de los asientos y el paquete completo de conducción autónoma, cuyo valor en suscripción alcanza los 15.000 dólares. Los investigadores lograron vulnerar los sistemas de Tesla mediante una técnica conocida como 'jailbreaking', que consiste en explotar los defectos del dispositivo para instalar software distinto al proporcionado por el fabricante. Además de acceder a estas funciones, los hackers también obtuvieron datos personales almacenados en el sistema de infoentretenimiento del vehículo, como la lista de contactos del conductor, registros de llamadas y contraseñas de Wi-Fi.Además, la infraestructura de carga rápida, como las estaciones Supercharger, permite cargar los vehículos en minutos, facilitando su uso continuo.
Desde una perspectiva económica, el cambio a vehículos eléctricos puede representar un ahorro considerable. La reducción en gastos de combustible es significativa; por ejemplo, en South Pasadena, el presupuesto destinado a combustible en la flota policial se ha reducido en más del 50% tras la adopción del Model Y eléctrico.
Los costos de mantenimiento también disminuyen, ya que estos autos tienen menos partes móviles y requieren menos reparaciones relacionadas con el motor y transmisión.
Los beneficios ambientales son igualmente importantes. La utilización de vehículos eléctricos ayuda a disminuir las emisiones de gases contaminantes en las áreas urbanas, contribuyendo a la lucha contra la contaminación y el cambio climático.
La experiencia en South Pasadena demuestra que, con la infraestructura adecuada y una planificación cuidadosa, las fuerzas del orden pueden operar de manera eficiente y sostenible con una flota 100% eléctrica.
Por otro lado, algunos oficiales expresan que aún existen desafíos, como la adaptación a la tecnología y la necesidad de modificar ciertos procedimientos policiales para aprovechar al máximo los sistemas de asistencia al conductor y las funciones autónomas del Tesla Model Y, que en algunos casos deben ser desactivadas para garantizar la seguridad durante las operaciones policiales.
En conclusión, la incorporación del Tesla Model Y en las flotas policiales representa una revolución silenciosa en la forma de hacer seguridad pública.
La tendencia apunta a que más ciudades y municipios seguirán este camino hacia una policía más ecológica, eficiente y tecnológica, transformando no solo la movilidad policial, sino también el impacto ambiental y los costes asociados a la seguridad ciudadana en el futuro cercano.