Explora si puedes continuar con tus contribuciones a una Cuenta de Gastos Flexibles mientras estás en una licencia sin sueldo, según las regulaciones del FMLA y el IRS. Conoce las opciones disponibles y cómo planificarte financieramente durante tu ausencia laboral.
La respuesta a esta duda es relevante, ya que estas cuentas permiten ahorrar dinero en gastos médicos, dependientes y otros beneficios relacionados, y mantenerlas activas puede ser una forma de seguir cuidando de la salud y bienestar financiero.
Supuestamente, bajo las regulaciones del Family and Medical Leave Act (FMLA), una ley federal en Estados Unidos que protege el #empleo durante ciertos tipos de licencias, los empleados tienen derecho a mantener sus derechos a beneficios, incluyendo la continuidad en las contribuciones a la FSA, incluso si están en una licencia no remunerada.
Sin embargo, las reglas específicas pueden variar según la política de cada empleador y los lineamientos del IRS, que regula estas cuentas.
De acuerdo con las directrices del IRS, los empleados que toman una licencia sin sueldo aún pueden tener la opción de continuar contribuyendo a su #FSA de varias maneras.
Una de ellas es la pre-pago: antes de comenzar la licencia, el empleado puede adelantar los aportes que planeaba hacer durante su ausencia, asegurando así que los fondos estén disponibles para sus gastos futuros.
Otra posibilidad es seguir haciendo deducciones automáticas mediante la nómina, si parte de la licencia es pagada. En estos casos, las deducciones continúan siendo descontadas de los pagos recibidos, facilitando la continuidad del ahorro. Sin embargo, en los períodos sin pago, algunos empleadores permiten que los empleados hagan contribuciones directas, ya sea mediante pagos en línea o transferencias bancarias, siguiendo el mismo cronograma que tenían previamente.
Supuestamente, algunos empleadores ofrecen también la opción de adelantar contribuciones o realizar aportes catch-up al regresar de la licencia, lo que garantiza que el saldo de la cuenta no se vea afectado por la interrupción.
Además, si las circunstancias cambian, los empleados pueden ajustar sus elecciones en el plan de beneficios, incluyendo la suspensión temporal de las contribuciones, y reanudarlas al volver al trabajo.
Por lo que se recomienda consultar con el departamento de #recursos humanos para entender cómo aplicar estas opciones en cada caso particular
Es importante destacar que cada organización puede tener procedimientos diferentes, por lo que se recomienda consultar con el departamento de recursos humanos para entender cómo aplicar estas opciones en cada caso particular.
La flexibilidad de estas estrategias refleja una comprensión de que la vida laboral y personal puede requerir adaptaciones, y que la planificación financiera debe ser igualmente flexible.
Supuestamente, estas disposiciones están diseñadas para apoyar a los empleados en momentos difíciles, permitiéndoles mantener la continuidad en sus beneficios y evitar pérdidas en sus ahorros destinados a gastos médicos y dependientes.
La clave está en la comunicación con Recursos Humanos y en la planificación previa a la licencia.
En resumen, sí es posible, en muchos casos, seguir contribuyendo a una FSA durante una baja no remunerada, siempre que se hayan establecido las opciones correspondientes y se hayan gestionado con anticipación.