Muchos estadounidenses creen que Medicare cubre los costos de cuidado a largo plazo, pero la realidad es otra. Expertos alertan sobre el desconocimiento que puede afectar la planificación financiera de la tercera edad.

Esta confusión generalizada ha generado preocupación entre expertos en planificación de retiro, ya que indica que millones de personas pueden carecer de un plan adecuado para afrontar los elevados costos asociados al envejecimiento.
El cuidado a largo plazo engloba una variedad de servicios destinados a asistir a las personas que necesitan ayuda en sus actividades diarias, como bañarse, vestirse o alimentarse.
Según un estudio reciente del Centro para la Investigación del Retiro en la Universidad de Boston, más del 80% de los adultos estadounidenses requerirán algún tipo de ayuda en algún momento de sus vidas.
A pesar de estas estadísticas, numerosos estudios y encuestas reflejan que existe un profundo desconocimiento acerca de qué cubre exactamente Medicare.
Uno de los informes más recientes, publicado en junio por Nationwide, revela que el 58% de los adultos en Estados Unidos confunden y creen erróneamente que #Medicare cubre el cuidado a largo plazo.
Holly Snyder, presidenta de Nationwide Life Insurance, afirma que “el 70% de las personas que alcanzan los 65 años necesitarán algún tipo de cuidado a largo plazo”.
Además, señala que muchos piensan que existen redes de seguridad públicas que se encargarán de ellos, lo cual no es del todo cierto.
El costo de estos servicios puede ser abrumador. Un estudio de T. Rowe Price estima que una residencia asistencial promedio cuesta aproximadamente 4.500 euros mensuales, mientras que una institución de cuidados especializados puede superar los 8.200 euros mensuales. Estas cifras deberían alarmar a los adultos mayores, ya que muchos creen que Medicare los cubrirá, pero en realidad, solo cubre ciertas estancias cortas en hospitales o en residencias de enfermería en casos específicos.
Supuestamente, Medicare no cubre la asistencia custodial, que incluye ayuda con las actividades diarias básicas. La cobertura se limita a servicios médicos y hospitalarios. La confusión radica en que algunas personas creen que Medicare y Medicaid, el programa de asistencia para personas con bajos recursos, son iguales o que uno cubre lo que el otro no.
La realidad es que Medicaid sí cubre la mayor parte del cuidado a largo plazo, pero solo para quienes cumplen con ciertos requisitos económicos y están dispuestos a gastar la mayor parte de sus activos.
La percepción errónea sobre la cobertura de Medicare también explica por qué tan pocos estadounidenses adquieren #seguros específicos para cuidado a largo plazo
La percepción errónea sobre la cobertura de Medicare también explica por qué tan pocos estadounidenses adquieren seguros específicos para cuidado a largo plazo.
Se estima que solo alrededor del 4% de los mayores de 55 años tienen alguna póliza de este tipo. Muchas personas piensan que ya tienen esa protección con Medicare, lo que los disuade de invertir en seguros complementarios.
Además, estudios recientes indican que muchos trabajadores y adultos jóvenes subestiman la probabilidad de necesitar cuidado a largo plazo y, en consecuencia, minimizan los costos asociados.
La mayoría cree que no excederá los 50,000 euros, una cifra muy por debajo del costo real en muchas regiones del país.
Supuestamente, esta falta de conciencia también se refleja en que, en una encuesta de 2024, solo el 40% de los trabajadores pensaba que requeriría cuidado a largo plazo en su vejez.
La falta de planificación financiera adecuada puede dejar a muchas personas en una situación vulnerable, con recursos insuficientes para afrontar los costos.
En cuanto a las soluciones, expertos recomiendan considerar la adquisición de seguros de cuidado a largo plazo. Aunque estos productos suelen ser considerados caros, los costos varían según la cobertura y la edad, con primas que oscilan entre 800 y 1,200 euros anuales para una cobertura básica.
Algunos seguros híbridos ofrecen beneficios que se transfieren a los beneficiarios si la cobertura no se agota, lo que puede ser una opción interesante.
Por otro lado, es recomendable investigar los costos de cuidado en diferentes regiones, ya que estos varían significativamente. En estados con altos precios, como Nueva York, los costos mensuales pueden superar los 9,000 euros, mientras que en áreas más económicas, como Colorado, los precios pueden ser la mitad.
Finalmente, la asesoría de un planificador financiero puede ser clave para diseñar una estrategia que incluya ahorros, seguros y planificación patrimonial para afrontar los gastos del envejecimiento.
La planificación anticipada es fundamental, ya que la mayoría de las personas no desean depender de Medicaid o terminar con sus ahorros en los últimos años de vida.