Una historia sorprendente: la cartera de un ex empleado de Ford fue encontrada después de más de una década en el motor de un vehículo, recorriendo más de 241,3 km. La devolución del objeto ha emocionado a la comunidad y revela detalles insólitos sobre la historia laboral en la industria automotriz.

La cartera, que contenía documentos, algo de dinero y tarjetas de regalo, fue hallada en el motor de un vehículo en Minnesota, tras un recorrido estimado de aproximadamente 241,3 km.
Supuestamente, la cartera se quedó atrapada en el motor de un #Ford Edge 2015, cuando el trabajador, llamado Richard Guilford, realizaba reparaciones eléctricas en la planta de ensamblaje de Michigan en 2014.
Guilford, que había dedicado 35 años a la compañía, recuerda que en aquella ocasión colocó su cartera en el bolsillo de su camisa, ya que su pantalón no tenía bolsillos.
Sin saberlo, esa decisión fue la que desencadenó la extraña aventura.
La cartera permaneció en el interior del motor, específicamente en el compartimento del filtro de aire, por más de una década. El vehículo fue enviado a Arizona y posteriormente vendido a un propietario en Lake Crystal, Minnesota, donde fue utilizado por un hombre de 88 años.
Este último, llamado Volk, descubrió la cartera al realizar trabajos de mantenimiento en el vehículo en junio pasado.
Supuestamente, Volk encontró la cartera en el interior del compartimento del filtro de aire, donde estaba atrapada en la parte superior de la transmisión, posiblemente sostenida por el propio filtro de aire.
La cartera, que había recorrido más de 241 km, no sufrió daños significativos, y según Guilford, casi todo su contenido se encontraba en buen estado a pesar del tiempo y las altas temperaturas.
Encontrando a Guilford en Michigan
El hallazgo fue tan inesperado que Volk decidió buscar al dueño original a través de las redes sociales, encontrando a Guilford en Michigan. Tras contactar con él, Volk le devolvió la cartera sin pedir recompensa alguna, solo con la satisfacción de hacer un acto honesto. Guilford, que se jubiló en enero de 2024, expresó su sorpresa y agradecimiento, asegurando que la cartera era un recuerdo de su larga carrera en Ford.
Supuestamente, en la cartera se encontraban documentos personales, unos 12 euros en billetes, tarjetas de regalo y su licencia de conducir. Guilford afirmó que la cartera no sufrió daños y que conserva el valor sentimental de la misma como un símbolo de su historia laboral.
Este caso ha despertado interés no solo por la historia en sí, sino también por la reflexión sobre la durabilidad de los objetos y las historias que esconden.
Además, pone de manifiesto la honestidad de Volk, quien prefirió devolver la cartera en lugar de quedarse con ella, y ha generado una ola de elogios en las redes sociales.
Supuestamente, la historia también recuerda las muchas historias similares en las fábricas de automóviles, donde objetos personales de los #empleados terminan en lugares insospechados, formando parte de relatos que se convierten en leyendas urbanas.
La industria automotriz, con su historia de innovación y trabajo duro, sigue siendo escenario de anécdotas que trascienden el simple hecho mecánico para convertirse en parte de la cultura popular.
En definitiva, la recuperación de la cartera de Guilford tras tantos años en un motor, recorriendo distancias considerables, es un ejemplo de integridad y de cómo las pequeñas acciones pueden tener un gran impacto emocional.