Al menos 10 personas han sido hospitalizadas tras contraer listeria por productos alimenticios listos para consumir, lo que ha llevado a la retirada voluntaria de varios lotes en Estados Unidos. La investigación revela que los productos contaminados fueron distribuidos en varios estados y en diferentes tipos de establecimientos, incluyendo hospitales y tiendas de conveniencia.

En un reciente brote de listeriosis en Estados Unidos, al menos diez personas han resultado infectadas y hospitalizadas tras consumir alimentos preparados que contenían la bacteria Listeria monocytogenes.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) están investigando el origen de esta contaminación, que ha provocado la retirada voluntaria de varios lotes de productos en diferentes estados.
Este brote se vincula a alimentos listos para consumir, producidos por la empresa Fresh & Ready Foods LLC, con sede en San Fernando, California. La investigación se reabrió en abril de 2025 después de que las autoridades detectaran la presencia de Listeria en muestras ambientales tomadas durante una inspección rutinaria en sus instalaciones.
Hasta ahora, los productos afectados fueron distribuidos entre el 18 y el 28 de abril, y se vendieron en tiendas y establecimientos de comida en Arizona, California, Nevada y Washington.
Los productos retirados incluyen varias marcas, como Fresh & Ready Foods, City Point Market, Fresh Food to Go y Fresh Take Crave Away. Estos productos tenían fechas de caducidad que oscilan entre el 22 de abril y el 19 de mayo. La distribución abarcó diferentes canales, incluyendo supermercados, hospitales, hoteles, tiendas de conveniencia, aeropuertos y aerolíneas. La presencia en estos puntos de venta ha generado preocupación, especialmente en instituciones de salud donde los alimentos preparados se sirven a pacientes y personal.
La bacteria Listeria monocytogenes es responsable de la enfermedad conocida como listeriosis, que puede ser especialmente peligrosa para embarazadas, recién nacidos, adultos mayores de 65 años y personas con sistemas inmunológicos debilitados.
La enfermedad suele manifestarse entre dos semanas después de la ingesta de alimentos contaminados, aunque los síntomas pueden aparecer en cualquier momento entre el día y hasta diez semanas posteriores.
Los síntomas iniciales suelen ser leves e incluyen fiebre, dolores musculares, náuseas, fatiga, vómitos y diarrea. Sin embargo, en casos más severos, la infección puede causar dolores de cabeza intensos, rigidez en el cuello, confusión, pérdida del equilibrio y convulsiones.
La listeriosis puede ser mortal si no se detecta y trata a tiempo.
Las autoridades sanitarias recomiendan a quienes hayan adquirido productos de las marcas afectadas que eviten consumirlos, y que no los vendan ni sirvan en ningún establecimiento.
Además, se aconseja limpiar y desinfectar cuidadosamente las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con estos alimentos.
Históricamente, la listeriosis ha sido responsable de varias epidemias a nivel mundial, siendo uno de los riesgos más peligrosos en la industria alimentaria.
La bacteria puede proliferar en ambientes fríos, lo que complica su control, y ha sido responsable de brotes en productos lácteos, embutidos y alimentos enlatados.
Este incidente resalta la importancia de los controles sanitarios rigurosos en la producción y distribución de alimentos preparados, así como la necesidad de una vigilancia constante para evitar que la bacteria se propague.
La retirada de productos contaminados y la investigación en curso buscan evitar que más personas se vean afectadas y minimizar el impacto en la salud pública.
Se recuerda a la población que ante cualquier sospecha de infección, deben acudir de inmediato a un centro médico para recibir el diagnóstico y tratamiento adecuados.