Consejos esenciales para nuevos jubilados sobre cómo manejar sus impuestos y evitar sorpresas financieras.

La fecha de vencimiento para la presentación de impuestos, conocida como Día de Impuestos, se aproxima rápidamente, y este año es el 15 de abril. Para muchos, este día es motivo de estrés y preocupación, pero para los nuevos jubilados, la situación puede volverse aún más complicada. A medida que la jubilación cambia las fuentes de ingresos y presenta nuevas leyes fiscales, es esencial estar bien informado y preparado para evitar sorpresas desagradables en el futuro.

El proceso de presentar impuestos puede ser abrumador, especialmente para quienes han dejado de recibir un salario regular. Según expertos en contabilidad, la jubilación trae consigo un sistema financiero más complejo en comparación con generaciones anteriores. "Los jubilados de hoy enfrentan una variedad de planes de ahorro y jubilación que complican aún más su situación fiscal", comenta Mark Steber, director fiscal de Jackson Hewitt.

Una de las principales dificultades que enfrentan los jubilados es la comprensión de las diferentes fuentes de ingresos. A diferencia de antes, donde los salarios se gravaban automáticamente, ahora muchos dependen de cuentas de corretaje imponibles, inversiones preimpuestos como planes 401(K), cuentas no imponibles como un IRA Roth, y beneficios de la Seguridad Social.

Cada una de estas fuentes tiene sus propias reglas fiscales. Por ejemplo, los retiros de cuentas Roth suelen ser libres de impuestos, mientras que los fondos de jubilación preimpuestos se gravan como ingresos.

Además, los jubilados deben estar atentos a los impuestos estatales, ya que aunque la mayoría de los estados no gravan la Seguridad Social, algunos sí lo hacen.

Por lo tanto, es importante que los jubilados estén informados sobre su situación específica.

Una parte crucial de la planificación fiscal es determinar la cantidad correcta de retenciones de impuestos. Si las retenciones son demasiado altas, los jubilados pueden encontrarse con menos dinero disponible para gastar. Por otro lado, si las retenciones son demasiado bajas, pueden enfrentar una factura de impuestos considerable al final del año. Consultar con un profesional de impuestos puede ayudar a establecer el porcentaje adecuado.

Otro factor importante es la cantidad de dinero que los jubilados deciden retirar de sus cuentas. Cambios en los ingresos pueden también afectar el tramo impositivo. Si un jubilado necesita retirar más dinero para gastos inesperados, esto podría empujarlo a un tramo impositivo más alto, lo que podría resultar en un aumento de primas de Medicare y en la imposición de más impuestos sobre la Seguridad Social.

Para aquellos que se sienten abrumados por el proceso, existen varios consejos que pueden ayudar a aligerar la carga. Mantener un registro detallado de todos los formularios 1099, así como de los ingresos pasivos y de inversión, es fundamental. Además, considerar inversiones en bonos municipales exentos de impuestos y evitar retiros innecesarios son estrategias que pueden ayudar a mantener los impuestos bajos.

No olvides que también existe una deducción estándar adicional de 1.550 euros para cada contribuyente mayor de 65 años, lo que puede ser beneficioso para aquellos que presentan su declaración de impuestos en pareja o de manera individual.

Si tu ingreso de jubilación es más bajo y necesitas atención médica, podría ser más fácil cumplir con el umbral para deducir gastos médicos no reembolsados.

Finalmente, es aconsejable realizar proyecciones fiscales a mitad de año y cerca del fin de año para evitar sorpresas al momento de presentar la declaración.

Si todo esto parece complicado, no dudes en buscar la ayuda de un profesional de impuestos o de organizaciones como AARP, que ofrecen apoyo gratuito en la preparación de impuestos.