Elon Musk ha hecho un llamado a los trabajadores federales para que envíen un listado de sus logros o enfrenten consecuencias. Te contamos lo que hay detrás de esta medida.

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Elon Musk, conocido por su estilo controversiales de liderazgo, ha emitido un ultimátum a los trabajadores federales de Estados Unidos que ha generado un gran revuelo.

A través de un correo electrónico, Musk ha solicitado que los empleados envíen un listado de cinco logros alcanzados durante la semana anterior. Los que no respondan, según Musk, serán considerados como renunciantes.

Este esfuerzo parece ser parte de la iniciativa de Musk de reducir gastos gubernamentales, una estrategia que, aunque nueva para el gobierno federal, ha sido ampliamente utilizada en el sector privado.

Joseph Fuller, profesor de la Escuela de Negocios de Harvard, comentó que este enfoque es típico en situaciones de crisis dentro de las empresas, donde los despidos masivos se convierten en una herramienta para la reducción de costos.

"Esta práctica se observa comúnmente en empresas que enfrentan una necesidad urgente de reestructuración", indicó Fuller. De hecho, las compañías han adoptado tácticas como pedir a los empleados que justifiquen su valor dentro de la organización o incluso que vuelvan a postularse a sus propios puestos, con el objetivo de identificar a aquellos con habilidades obsoletas.

Sin embargo, Fuller advierte que este tipo de estrategias no son las más justas ni precisas, y no recomienda su uso a la mayoría de las organizaciones.

A pesar de las críticas, Musk ha defendido su enfoque, afirmando que busca trasladar a los trabajadores de empleos de baja productividad en el gobierno a roles de mayor eficiencia en el sector privado.

Esto se alinea con sus afirmaciones de que ha descubierto enormes cantidades de desperdicio en el gobierno, un tema que ha sido recurrente en sus discursos.

Sin embargo, los sindicatos, legisladores y expertos legales han cuestionado la legalidad de este tipo de despidos en el sector público, donde los trabajadores disfrutan de protecciones más sólidas en comparación con sus contrapartes en el sector privado.

La Oficina de Gestión de Personal (OPM) también tuvo que aclarar que responder al correo de Musk era voluntario, luego de que el mensaje generara una ola de críticas.

No es la primera vez que Musk utiliza correos electrónicos para hacer demandas laborales drásticas. En 2022, envió un mensaje a los empleados de Tesla exigiendo que regresaran a la oficina, advirtiendo que la falta de cumplimiento sería considerada como una renuncia.

En ese mismo año, tras adquirir Twitter, Musk instó a sus empleados a trabajar largas horas a alta intensidad, estableciendo un ambiente de trabajo de alto rendimiento.

La reciente demanda de Musk ha despertado la atención de expertos en ética empresarial, quienes señalan que su estilo de gestión no se alinea con las prácticas tradicionales del sector privado.

J.S. Nelson, profesora de derecho en la Universidad de Pittsburgh, enfatiza que Musk ha sido un "anómalo" en el mundo empresarial, y que su enfoque no es representativo de lo que se espera en la cultura laboral.

En resumen, el ultimátum de Musk a los trabajadores del gobierno no solo refleja su visión de la eficiencia, sino que también plantea preguntas importantes sobre el futuro del trabajo en el sector público.

Con la resistencia de los empleados y las dudas sobre la legalidad de sus demandas, el impacto de esta medida aún está por verse.

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