Coca-Cola y PepsiCo revelan nuevos productos en un contexto de cambios en ingredientes y tendencias saludables, incluyendo una versión con azúcar de caña en EE. UU. y una soda prebiótica. Las decisiones de estas compañías reflejan una tendencia global hacia opciones más naturales y saludables, con posibles impactos en el mercado y en los consumidores.

Esta noticia surge en un momento en que las grandes corporaciones del sector de las #bebidas enfrentan presiones tanto de reguladores como de consumidores preocupados por la #salud y el impacto de los ingredientes artificiales.

Supuestamente, #Coca-Cola ha decidido introducir en el mercado estadounidense una versión de su clásico refresco hecha con azúcar de caña real, en lugar del endulzante de maíz con alto contenido de fructosa que ha sido habitual en sus fórmulas para el mercado local.

Según fuentes no confirmadas, esta decisión sería resultado de conversaciones con el gobierno estadounidense y de una estrategia para mejorar la percepción del producto en un mercado cada vez más consciente de los ingredientes.

La compañía, que tradicionalmente ha utilizado jarabe de maíz en EE. UU., supuestamente ha estado experimentando con diferentes recetas en sus plantas internacionales, donde sí emplea azúcar de caña, especialmente en México, país con una larga tradición en el consumo de Coca-Cola endulzada con azúcar natural.

Este cambio, presuntamente, podría representar un paso significativo en la historia de la marca en Estados Unidos, un mercado que ha sido clave para su crecimiento y donde las preferencias han ido cambiando en los últimos años.

La iniciativa se inscribe en una tendencia global hacia la recuperación de ingredientes más tradicionales y menos procesados. Además, no sería la primera vez que la marca experimenta con ingredientes; en los años 80, Coca-Cola lanzó la versión de azúcar en algunos países latinoamericanos, generando una fuerte respuesta positiva en los consumidores.

Por otro lado, PepsiCo ha anunciado el lanzamiento de una soda prebiótica llamada #Pepsi Prebiotic Cola, que estará disponible a partir de este otoño en línea y en tiendas en Estados Unidos y Europa.

Se dice que esta bebida contendrá aproximadamente 4,5 gramos de azúcar de caña por lata de 355 ml, equivalente a unos 3,8 euros por cada 330 ml, y será promocionada como una opción saludable que favorece la salud intestinal gracias a su contenido en fibra prebiótica.

La tendencia de las bebidas prebióticas

La tendencia de las bebidas prebióticas, que combina sabor y beneficios para la microbiota intestinal, ha visto un crecimiento exponencial en los últimos años, con marcas como Olipop y Bloom liderando el mercado.

Supuestamente, Pepsi ha estado invirtiendo en el desarrollo de estas bebidas como parte de su estrategia para diversificar su portafolio y captar a un público más consciente de la salud.

La compañía también adquirió en los últimos meses a Poppi, una marca de bebidas prebióticas, por aproximadamente 2 millones de euros, en una operación que busca fortalecer su presencia en el segmento de bebidas funcionales.

Estas innovaciones reflejan un panorama en el que las grandes multinacionales de las bebidas buscan mantenerse competitivas frente a una demanda creciente por productos más naturales y con ingredientes menos procesados.

Además, las decisiones de Coca-Cola y PepsiCo podrían influir en otras marcas y en la regulación del sector, que ha estado bajo el escrutinio de organismos de salud en diferentes países.

El cambio en las fórmulas y la introducción de ingredientes alternativos también responden a una historia de debates en torno a los efectos del jarabe de maíz en la salud, especialmente en Estados Unidos, donde el consumo excesivo de azúcar ha sido vinculado a problemas como la obesidad y la diabetes.

La recuperación del uso de azúcar de caña, que en países como México y Brasil tiene una larga tradición, podría marcar una tendencia hacia fórmulas más naturales en los próximos años.

En conclusión, las decisiones de Coca-Cola y Pepsi representan una adaptación a las nuevas tendencias de consumo y una estrategia para fortalecer sus marcas en mercados cada vez más competitivos y conscientes.