El destacado goleador uruguayo reflexiona sobre su carrera, la sanción por doping y su reconversión en el mundo de la restauración en España.

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Santiago Silva, conocido como el Tanque, ha recorrido un camino lleno de altibajos en su carrera futbolística, pero siempre ha mostrado una notable resiliencia que le ha permitido afrontar los desafíos de la vida.

Con 43 años y una extensa trayectoria, nunca se ha sometido a un psicólogo, confiando en su propia capacidad para lidiar con las dificultades.

En su brazo derecho, lleva un tatuaje que dice "Actitud", una palabra que define su filosofía y su enfoque ante las adversidades.

Para él, la actitud es lo que diferencia un día bueno de uno malo.

Una de las etapas más difíciles de su carrera fue la suspensión que sufrió durante 697 días tras dar positivo en un control antidoping en 2019. Esta situación fue consecuencia de un tratamiento de fertilidad que estaba siguiendo y lo mantuvo alejado de las canchas en un momento en que su carrera estaba en pleno apogeo.

A pesar de que Silva es el máximo goleador uruguayo en la historia del fútbol argentino, con más de 140 goles, logró este hito jugando para diez clubes diferentes, lo que ha dejado una huella indeleble en cada uno de ellos.

Su trayectoria incluye figuras emblemáticas como Enzo Francescoli y muchos otros.

Sin embargo, Silva se siente nostálgico al recordar aquellos días en los que ese ímpetu y espíritu combativo eran su día a día en el terreno de juego.

Hoy, residiendo en Málaga, España, el Tanque ha encontrado una nueva pasión: la gastronomía.

Su restaurante, denominado "Silvando", combina su amor por el fútbol con la buena mesa al promover platos de la cocina rioplatense y exhibir su impresionante colección de memorabilia futbolística.

Desde la apertura del local a finales de 2022, ha sido un punto de encuentro no solo para disfrutar de la comida, sino también para que los fanáticos del fútbol puedan conocer más sobre su carrera a través de camisetas, botines y recortes de noticias que adornan el espacio.


Silva nunca dejó de pensar en el fútbol, incluso en su nueva etapa.

A pesar de que muchos lo consideran retirado, él mismo no se siente así, aunque es consciente de que a su edad es complicado volver a competir en Argentina, donde podría haber tenido una segunda oportunidad en el ámbito del ascenso.

Sin embargo, el deseo de estar cerca del balón sigue vivo en él.

La mudanza a España se presentó como una oportunidad para cumplir un sueño familiar, pero Silva también reconoce que en su corazón siempre habrá un espacio para el fútbol.

Su historia reciente incluye un regreso inesperado a las canchas, jugando en un club de la cuarta división en España, donde contribuyó a un ascenso histórico, demostrando que aún tiene mucho que ofrecer en el deporte.

A pesar de los retos, Silva se mantiene motivado para continuar su carrera como entrenador, un rol que ha estado ansioso por asumir desde que se retiró, sumando experiencia como director técnico en sus tiempo libre mientras guiaba a jóvenes jugadores.

Su objetivo es demostrar su calidad como entrenador en el futuro.

Finalmente, el Tanque está abierto a nuevas oportunidades, ya sea en el banquillo o en el campo de juego, y siempre mantiene la posibilidad de un retorno a Argentina, tanto como jugador como en su deseado rol de director técnico, dejando abierta la puerta para lo que el futuro le depare.

El amor por el fútbol es inquebrantable en él, y su historia sigue en desarrollo, siempre buscando un nuevo gol que celebrar.