El gobierno catalán ha consolidado un nuevo plan para mejorar la seguridad, la convivencia y las condiciones laborales en las cárceles de la región, con una inversión aproximada de 22 millones de euros para los próximos cuatro años.
La iniciativa busca fortalecer los mecanismos de prevención, detección y manejo de situaciones de riesgo tanto para el personal penitenciario como para las personas privadas de libertad, enmarcada en una estrategia de renovación y mejora continua del sistema.
con mecanismos progresivos orientados a la rehabilitación y reinserción social
Este plan, que contempla una inversión aproximada de 22 millones de euros, se enmarca en un contexto de reformas históricas en el ámbito penitenciario, que han ido evolucionando desde principios del siglo XX, con mecanismos progresivos orientados a la rehabilitación y reinserción social.
La modernización del sistema busca equilibrar la #seguridad con la dignidad y los derechos humanos, promoviendo un entorno que facilite la recuperación y la convivencia pacífica.
Entre las principales acciones, se destaca la revisión y actualización de los protocolos de seguridad, con la incorporación de nuevas tecnologías de control y vigilancia, como cámaras avanzadas y sistemas de monitoreo en tiempo real, que facilitan una respuesta rápida ante incidentes.
Además, se invertirá en la mejora de la formación del personal penitenciario, enfocada en la gestión de crisis, prevención de conductas violentas y atención psicológica.
Otra línea importante del plan es la realización de programas de mediación y comunicación interna, con el propósito de reducir los conflictos internos y promover un clima de respeto y diálogo entre internos y empleados.
También se implementarán medidas para prevenir el estrés y la sobrecarga emocional en el personal, incluyendo mayor atención psicológica y apoyo especializado.
En cuanto a las instalaciones, se proyecta una renovación integral de espacios y equipamiento, con la finalidad de ofrecer un entorno más seguro y adaptado a las necesidades actuales.
La modernización contempla también la creación de espacios de esparcimiento y áreas para la reinserción laboral, facilitando así procesos de rehabilitación.
Este plan se suma a la serie de reformas en el ámbito penitenciario que, desde principios del siglo pasado, han evolucionado desde un sistema centrado en el castigo hacia uno orientado hacia la resocialización y el respeto por los derechos humanos.
La implementación de estas mejoras espera reducir la conflictividad, promover la convivencia y facilitar la incorporación social de las personas internas.
