Cataluña implementa medidas estrictas para contener la Peste Porcina Africana
Las autoridades catalanas han activado un conjunto de restricciones en varias áreas para prevenir la propagación de la Peste Porcina Africana, incluyendo cierre de parques y limitaciones en actividades en el medio natural.
En Cataluña, frente a la aparición de un foco de #Peste Porcina Africana (PPA), las autoridades han puesto en marcha un plan de acción con medidas excepcionales destinadas a controlar, prevenir y evitar la expansión del virus.
La detección temprana de esta enfermedad, que afecta a los jabalíes y puede transmitirse a los cerdos domésticos, ha llevado a la activación de restricciones en diversas zonas, con la finalidad de salvaguardar la #salud pública y la economía agrícola regional.
La PPA, una enfermedad que no afecta a humanos, pero que puede causar significativas pérdidas en la ganadería porcina, no tiene cura. Fue detectada por primera vez en Europa en 2014, en Bélgica, y desde entonces ha generado preocupación en diferentes países, incluidos los Estados miembros de la Unión Europea.
La enfermedad se transmite principalmente por contacto directo entre animales infectados o mediante productos contaminados, por lo que las medidas de #bioseguridad y control en las zonas afectadas son fundamentales.
En el caso de Cataluña, se ha establecido un perímetro de 6 kilómetros alrededor del foco de infección, afectando a 12 municipios. En esta zona, se ha decretado el cierre total de los accesos al medio natural, impidiendo cualquier actividad recreativa o de trabajo en la zona. Además, se han suspendido las tareas de caza y los trabajos forestales para minimizar el riesgo de dispersión del virus. La instalación de barreras físicas y químicas, además de trampas específicas para el control de jabalíes, se ha considerado esencial para limitar el movimiento de animales silvestres y reducir las probabilidades de contagio.
Los municipios afectados en esta primera franja de control incluyen Sabadell, Sant Quirze del Vallès, Polinyà, Santa Perpetua de la Mogoda, Montcada i Reixac, Ripollet, Barberà del Vallès, Bahia del Vallès, Cerdanyola del Vallès, Sant Cugat del Vallès, Terrassa y Rubí, todos en la provincia de Barcelona.
Adicionalmente, en un segundo perímetro de 20 kilómetros, que comprende 64 municipios, se han establecido restricciones más amplias. Entre ellas, la limitación de actividades de ocio, caza y aquellas relacionadas con la biodiversidad, con el objetivo de evitar interferencias en los esfuerzos de control sanitario.
En este anillo de protección, también se ha prohibido el acceso a la totalidad del Parque del Collserola para actividades recreativas.
Estas medidas afectan varias comarcas, como Alt Penedès, Anoia, Bages, Baix Llobregat, Barcelonès, Maresme, Vallès Occidental y Vallès Oriental. Municipios como Badalona, Barcelona, L'Hospitalet de Llobregat, además de poblaciones en el Vallès, entre otros, deben cumplir con las restricciones establecidas.
Las recomendaciones dirigidas a la ciudadanía incluyen incrementar la limpieza en papeleras y contenedores, colocar comederos de gatos en lugares elevados, y a mantener la prohibición de alimentar a los jabalíes.
También se ha solicitado cerrar zonas de picnic y denunciar cualquier animal muerto a los servicios de emergencias mediante el teléfono 112, sin manipular el animal.
Estos esfuerzos son parte de una estrategia coordinada desde las autoridades europeas y nacionales para contener una enfermedad que, si bien no afecta directamente a los humanos, puede ocasionar severas pérdidas económicas y desequilibrios ecológicos si no se controlan a tiempo.
La experiencia adquirida en anteriores brotes en diferentes regiones ha subrayado la importancia de la rápida implementación de medidas de bioseguridad y control
La experiencia adquirida en anteriores brotes en diferentes regiones ha subrayado la importancia de la rápida implementación de medidas de bioseguridad y control.
En el pasado, la PPA ha sido responsable de la destrucción de millones de animales en diferentes países europeos, y su rápida propagación puede tener efectos devastadores en la industria porcicola.
Por eso, la colaboración de la ciudadanía y el cumplimiento de las restricciones son fundamentales para lograr una contención efectiva y proteger tanto la biodiversidad como la economía local.