Cataluña impulsa un nuevo programa para reforzar la vivienda en zonas rurales
El gobierno catalán lanza un plan integral para aumentar la oferta de viviendas protegidas en municipios rurales, mediante una bolsa de vivienda, ayudas económicas y servicios de apoyo técnico, con el fin de frenar la despoblación y promover el arraigo local.
En Cataluña, el gobierno regional ha implementado un nuevo conjunto de acciones dirigidas a fortalecer el mercado de la #vivienda en municipios rurales.
Estas medidas incluyen la creación de una Bolsa de Vivienda Rural, que además de facilitar el acceso a viviendas, busca conectar la oferta y la demanda en estas áreas mediante una colaboración estrecha con los consejos comarcales.
La iniciativa forma parte de un esfuerzo mayor por revertir la tendencia de despoblación en estos municipios, promoviendo la permanencia de sus habitantes y fomentando el arraigo a través del acceso a viviendas asequibles y protegidas.
El plan establece una convocatoria anual de ayudas para la promoción de viviendas en alquiler, dirigidas principalmente a la rehabilitación de viviendas vacías y edificios públicos en desuso.
Estas ayudas están orientadas a ayuntamientos rurales, consejos comarcales, organizaciones sin fines de lucro y particulares, con el objetivo de facilitar la rehabilitación y el aumento de la oferta de vivienda social en dichas áreas.
La cuantía de estas ayudas puede variar, pero en Euros serían aproximadamente entre 8.000 y 40.000 euros según la escala de los proyectos y la naturaleza de las actuaciones.
Permitiendo convertirlo en viviendas asequibles para las familias
Por ejemplo, la rehabilitación de un edificio público en desuso, que en el mercado actual tiene un costo cercano a los 30.000 euros, podría ser parcialmente subvencionada, permitiendo convertirlo en viviendas asequibles para las familias. Además, el gobierno catalán, a través del INCASÒL, ofrece un servicio de asistencia técnica para apoyar a los municipios en la gestión del planeamiento urbanístico y en la recuperación de cascos antiguos que, en muchas ocasiones, se encuentran en situación de abandono o en riesgo de despoblación.
Estas acciones se complementan con una política de cooperación con las entidades locales para facilitar la tramitación y gestión de los proyectos.
La recuperación de las zonas históricas y la promoción de vivienda protegida en zonas rurales no solo busca frenar la pérdida de población, sino también dinamizar la economía local y conservar el patrimonio cultural.
La inversión total en estas iniciativas podría superar los 25 millones de euros, destinados a impulsar la rehabilitación, la creación de nuevos hogares y la mejora de las infraestructuras en el medio rural catalán.
Este enfoque coincide con tendencias europeas donde la Unión Europea ha puesto en marcha programas similares para revitalizar las zonas rurales mediante fondos específicos, en línea con el proyecto PYRENEES4CLIMA que busca abordar el cambio climático en los Pirineos, promoviendo un desarrollo sostenible y resiliente en estas regiones.
La apuesta de #Cataluña por la vivienda social en el medio rural se enmarca en estos esfuerzos de largo plazo para equilibrar el crecimiento territorial y garantizar una mejor calidad de vida a sus habitantes.
