La Policía Aérea de Mossos d'Esquadra ha dado un paso importante en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en Cataluña con el despliegue territorial aéreo que ha iniciado.

En total, se han incorporado 24 drones y una aeronave no tripulada de ala fija para reforzar la vigilancia en la región.

Esta aeronave se destinará específicamente a la lucha contra el terrorismo y las redes de narcotraficantes que operan por vía marítima, así como a la vigilancia de líneas férreas donde se producen robos de cobre.

La aeronave de ala fija, dotada de inteligencia artificial (IA), cuenta con una mayor autonomía, velocidad y distancia de vuelo que facilitan su uso en diversas misiones.

Entre sus funciones se incluye el patrullaje aéreo en zonas marítimas para combatir el narcotráfico, la detección de plantaciones de marihuana en áreas de difícil acceso, la búsqueda de personas en zonas montañosas y la vigilancia preventiva en líneas férreas de Cataluña.

Además, sus avanzados sistemas de cámara y enlace de datos permiten la transmisión de información en tiempo real, proporcionando inteligencia policial a los equipos en tierra de manera oportuna.

Los demás drones desplegados cuentan con características adaptadas a diversas tareas, como cámaras térmicas, vuelos en interiores de edificios, operaciones en condiciones atmosféricas adversas y creación de mapas en 3D.

Las bases aéreas de la Policía Aérea de Mossos d'Esquadra se encuentran en los aeropuertos de Girona, Tarragona, Lleida y Barcelona, desde donde operan las aeronaves para garantizar una cobertura efectiva en toda la región.

El Plan Estratégico de la Policía Aérea de Cataluña contempla un despliegue progresivo de la fuerza aérea en los próximos años, con el objetivo de controlar el espacio aéreo y eventualmente integrar a los Mossos d'Esquadra en el espacio aéreo europeo para drones.