Investigadores del Instituto Catalán de Paleontología han identificado un reptil del Triásico Medio, Kapes signus, en el Montseny, revelando la biodiversidad de la época.
En Cataluña, un grupo de paleontólogos ha realizado un descubrimiento significativo que amplía nuestro conocimiento sobre la biodiversidad del pasado.
Se ha identificado una nueva especie de reptil, conocida como Kapes signus, que vivió durante el Triásico Medio, aproximadamente hace unos 245 millones de años.
Este hallazgo es parte de un estudio llevado a cabo por el equipo del Instituto Catalán de Paleontología Miquel Crusafont, el cual ha puesto de manifiesto una diversidad sorprendente dentro de las comunidades de vertebrados terrestres que habitaron los ecosistemas de esa época en lo que hoy conocemos como Montseny.
El Kapes signus pertenece al grupo de los procolofónidos, que son pequeños reptiles que existieron desde finales del Pérmico y alcanzaron su presencia hasta el Triásico tardío, hace alrededor de 200 millones de años.
Su aparición coincide con uno de los eventos más drásticos en la historia de la Tierra: la gran extinción masiva al final del Pérmico, que eliminó aproximadamente el 90% de las especies que entonces poblaban el planeta.
Este descubrimiento es clave, ya que ayuda a entender cómo los ecosistemas comenzaron a recuperarse tras la catástrofe conocida como la Grande Mortalidad.
El nombre “Kapes signus” ha sido elegido por los investigadores en honor a su lugar de origen, el Montseny. En este sentido, “signus” proviene del término latino que hace referencia a la montaña señal, lo que refleja las características geológicas particulares de la región que han sido cruciales para la conservación de fósiles tan antiguos.
El Montseny es un área reconocida por su riqueza ambiental y geológica, y ha sido objeto de numerosos estudios paleontológicos. Durante el pasado, este territorio formó parte de un ecosistema diverso que albergaba una variedad de vertebrados. Se sabe que, tras la extinción masiva del Pérmico, el Triásico fue un periodo significativo para la recuperación de la vida en la Tierra, dando paso a nuevos grupos de reptiles y, eventualmente, a la evolución de los dinosaurios.
La aportación de los investigadores de la Universidad de Barcelona, en colaboración con el Instituto Catalán de Paleontología, es fundamental para entender estos cambios complejos en las comunidades biológicas de la época.
Ellos han utilizado tecnología avanzada y métodos científicos de última generación para examinar los restos fósiles encontrados en la región, lo que les ha permitido brindar una nueva perspectiva sobre la diversidad contemporánea de reptiles y su adaptación a múltiples entornos.
El hallazgo del Kapes signus no solo es un aporte invaluable a la ciencia, sino que también despierta un mayor interés por la conservación de áreas geológicas, que son testigos de nuestra historia natural.
Este logro destaca la importancia de seguir investigando en campos como la paleontología para desentrañar los secretos de nuestro planeta y la vida que ha existido en él.