El Consejo de Gobierno aprueba un convenio de colaboración en salud con el País Vasco, beneficiando a más de 21,000 personas y fortaleciendo la cooperación en atención primaria, hospitalaria y transporte sanitario durante cuatro años.

El Consejo de Gobierno de Castilla y León ha dado luz verde a la firma definitiva de un convenio de colaboración en materia de asistencia sanitaria con la Comunidad Autónoma del País Vasco.

Este acuerdo, enmarcado en el Protocolo General de colaboración suscrito originalmente en 2012, busca fortalecer la cooperación entre ambas regiones en diferentes niveles del sistema sanitario y abordar de manera coordinada los desafíos comunes relacionados con la salud pública.

El convenio tendrá una vigencia de cuatro años y se estima que beneficiará directamente a más de 21.500 personas residentes en ambas comunidades. La iniciativa contempla una amplia gama de servicios sanitarios que abarcan desde la atención primaria, atención hospitalaria, urgencias y emergencias, hasta la gestión del transporte sanitario, la historia clínica electrónica y la salud pública.

Históricamente, la colaboración en salud entre distintas comunidades autónomas en España ha sido fundamental para optimizar recursos y mejorar la atención a los pacientes.

Desde la creación del Sistema Nacional de Salud en 1986, los intercambios y acuerdos entre regiones han permitido que pacientes puedan recibir atención en diferentes comunidades, siempre bajo criterios de igualdad y calidad.

En el caso del convenio actual, en atención primaria, Osakidetza, el Servicio Vasco de Salud, facilitará prestaciones en varias localidades del País Vasco, incluyendo atención médica y de enfermería, además de la prescripción de medicamentos mediante recetas electrónicas.

Las poblaciones beneficiadas en Álava, por ejemplo, serán las comunidades de Treviño, Valpuesta, San Millán, Arroyo de San Zadornil, Villafría y San Zadornil, con servicios en centros de salud y puntos de atención continuada en Espejo.

Por parte de Castilla y León, SACYL asumirá responsabilidades similares en la atención primaria de poblaciones en el norte de Burgos, incluyendo Tuyo, Arlucea de Bernedo, Faido, Marquínez y Urarte.

Además, en atención hospitalaria, se contempla la derivación de pacientes desde el Hospital de Miranda de Ebro hacia servicios especializados en neurocirugía, medicina intensiva, cardiología y neurología, entre otros.

Estas derivaciones permitirán a los pacientes acceder a tratamientos especializados sin tener que desplazarse largas distancias, facilitando una atención más rápida y eficiente.

El acuerdo también contempla la atención en cirugías de mayor complejidad, como cirugías torácicas, cardíacas y maxilofaciales, además de la creación de una Unidad del Dolor en las zonas beneficiadas.

Cuando la asistencia requiera medios ajenos, tanto SACYL como Osakidetza se responsabilizarán de la autorización y derivación a centros concertados, asegurando que los pacientes reciban atención en las mejores condiciones posibles.

En cuanto al transporte sanitario, ambas administraciones se comprometen a coordinarse para optimizar los recursos y garantizar una atención rápida en situaciones de urgencia, especialmente en zonas con alta movilidad de pacientes.

La coordinación en urgencias será gestionada por los centros de coordinación de urgencias de cada comunidad, que compartirán información y recursos para responder con eficacia a incidentes.

Este acuerdo se suma a una larga historia de colaboración sanitaria en España, donde las comunidades autónomas han trabajado juntas para garantizar el derecho a la salud y mejorar la calidad de los servicios.

La cooperación entre Castilla y León y el País Vasco refleja un compromiso firme por continuar avanzando en la integración y eficiencia del sistema sanitario, adaptándose a los nuevos desafíos y necesidades de la población.

En términos económicos, la inversión en estos servicios, considerada en euros, representa un esfuerzo conjunto para optimizar recursos y ofrecer una atención sanitaria de calidad.

La colaboración facilitará no solo el acceso a servicios especializados, sino también la implementación de tecnologías compartidas, como historias clínicas electrónicas integradas, que mejorarán la continuidad asistencial y la gestión del conocimiento en salud.

Este tipo de acuerdos contribuyen significativamente a reducir desigualdades en el acceso a la atención sanitaria y a promover una atención más equitativa y eficiente en toda la península, reafirmando la importancia de la cooperación interregional en la mejora del sistema sanitario español.