La Consejería de Educación de Castilla y León anuncia una inversión de aproximadamente 6 millones de euros para impulsar la investigación de excelencia en la región, promoviendo su posicionamiento global y fomentando proyectos de alto impacto científico.
La Junta de Castilla y León ha puesto en marcha una convocatoria que moviliza cerca de 5,93 millones de euros (aproximadamente 6,6 millones de dólares o 5,4 millones de libras esterlinas) destinados a potenciar la investigación de alto nivel en la comunidad autónoma.
Esta iniciativa forma parte de la Estrategia Regional de Investigación e Innovación para una Especialización Inteligente (RIS3) 2021-2027, y cuenta con el respaldo del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), que financia parte de los proyectos.
El objetivo principal de esta convocatoria es fortalecer la posición internacional de los centros de investigación en Castilla y León, permitiendo que puedan desarrollar planes y programas estratégicos durante cuatro años, así como proyectos de mejora durante dos años.
La inversión busca no solo mejorar la calidad de la investigación regional, sino también elevarla a niveles que permitan competir con los centros de mayor prestigio en Europa y el mundo.
El presupuesto total destinado a esta convocatoria asciende a 5.930.000 euros, incrementándose en 1.78 millones de euros respecto a la edición anterior, lo que refleja el compromiso de la Administración autonómica con la ciencia y la innovación. Podrán beneficiarse de estas ayudas las universidades públicas de Castilla y León, los centros públicos de investigación, fundaciones sin ánimo de lucro y otros organismos con sede en la región que tengan entre sus fines la actividad investigadora y mantengan personal vinculado laboralmente a estos centros.
Se han definido dos líneas principales de apoyo. La primera va dirigida a centros o unidades de excelencia que participen por primera vez en la convocatoria y que quieran desarrollar un plan o programa estratégico de investigación con una duración de cuatro años.
En estos casos, las subvenciones pueden llegar hasta los 2,1 millones de euros (2,3 millones de dólares o 1,9 millones de libras) para los planes, y 850.000 euros (unos 940.000 dólares o 770.000 libras) para los programas. La segunda línea se orienta a aquellos centros o unidades que ya hayan recibido ayudas similares y hayan participado en las ediciones anteriores de los programas de 'Centros de Excelencia Severo Ochoa' o 'Unidades de Excelencia María de Maeztu'.
En este caso, los proyectos de mejora tendrán una duración de dos años y podrán recibir hasta un millón de euros (1,1 millones de dólares o 900.000 libras), mientras que las unidades de investigación podrán obtener hasta 425.000 euros (cerca de 470.000 dólares o 385.000 libras).
Una novedad importante en esta convocatoria es la posibilidad de resolver por separado las ayudas para cada una de las vías, mediante resoluciones parciales, lo que facilitará una gestión más eficiente y transparente.
El plazo para presentar las solicitudes permanecerá abierto hasta el 30 de mayo de 2025.
Desde una perspectiva histórica, esta inversión se enmarca en los esfuerzos continuos de Castilla y León por consolidarse como un polo de conocimiento y tecnología en España y Europa.
La región ha tenido un papel destacado en la investigación biomédica, la agricultura sostenible y las energías renovables, sectores que buscan potenciar aún más con estos fondos.
En los últimos años, Castilla y León ha visto un incremento en la producción científica, con una mayor presencia en revistas internacionales y colaboraciones con centros de prestigio mundial.
La inversión actual busca consolidar estos avances, atrayendo talento y consolidando centros de investigación que puedan liderar proyectos internacionales y obtener reconocimiento en el ámbito global.
Con estas acciones, la comunidad autonómica continúa su compromiso con la ciencia y la innovación, convencida de que el fortalecimiento de su sistema investigador contribuirá al desarrollo económico y social, además de afrontar con éxito los retos del siglo XXI en salud, sostenibilidad y tecnología.