La Junta de Castilla y León lanza una línea de subvenciones para apoyar a las empresas agroalimentarias en gastos de seguros, certificaciones y presencia digital, fortaleciendo su competitividad y capacidad exportadora.
El gobierno de Castilla y León ha puesto en marcha una nueva línea de ayudas destinada a fortalecer la competitividad del sector agroalimentario en la región.
Esta iniciativa, incluida en el Plan Estratégico de la Industria Agroalimentaria 2024-2028, busca facilitar que las empresas del sector puedan afrontar los costes asociados a seguros, certificaciones y presencia digital, aspectos fundamentales para ampliar su mercado y mejorar su posicionamiento internacional.
La medida, que ha sido publicada en el Boletín Oficial de Castilla y León, establece que las ayudas cubrirán hasta un 70 % de los gastos aceptados y justificados, con un máximo de 105.000 euros por solicitante. Estas subvenciones están diseñadas para aliviar la carga económica que enfrentan las empresas en áreas clave para su crecimiento y expansión. La convocatoria prioriza gastos relacionados con pólizas de seguros que protejan instalaciones industriales contra riesgos como incendios y daños, así como seguros de crédito a la exportación, que son esenciales para garantizar la seguridad financiera en operaciones internacionales.
Además, se apoyarán también los costes derivados de servicios de consultoría externa enfocados en obtener o mantener certificaciones de calidad y seguridad alimentaria.
Esto incluye certificaciones específicas, como las relacionadas con la agricultura ecológica o los productos ibéricos, que tienen un gran peso en la comercialización nacional e internacional.
La obtención de estos sellos de calidad no solo mejora la percepción del consumidor, sino que también abre puertas en mercados donde la certificación es un requisito obligatorio.
Otra línea de apoyo importante es la relacionada con la implantación de comercio electrónico y la presencia en redes sociales. En un contexto donde la digitalización se ha convertido en una herramienta imprescindible, estos gastos ayudarán a las empresas a ampliar su alcance y visibilidad en mercados internacionales, facilitando la venta directa y la promoción de sus productos en plataformas digitales.
Estas ayudas tienen carácter de subvenciones directas bajo el régimen de minimis, lo que implica que no afectan a otros fondos públicos y que las empresas no tendrán que devolver la ayuda, siempre que cumplan con los requisitos establecidos.
La asignación total por empresa no podrá superar los 105.000 euros en euros, tras la conversión de los importes establecidos en la convocatoria.
El proceso de solicitud será exclusivamente digital y se realizará a través del portal de la Junta de Castilla y León. La resolución de las solicitudes se realizará por orden de llegada, hasta agotar los fondos disponibles. La próxima convocatoria establecerá los plazos específicos para presentar las solicitudes, además de los requisitos y documentación necesaria.
Con esta iniciativa, Castilla y León reafirma su compromiso con el sector agroalimentario, un pilar fundamental de su economía y cultura. La región, con una historia agrícola que se remonta a la Edad Media, ha sido tradicionalmente una de las principales productoras de alimentos en España, destacando por productos como el jamón ibérico, vino de calidad y hortalizas.
La modernización y la internacionalización del sector son clave para mantener su liderazgo y adaptarse a los nuevos desafíos del mercado global.
En un contexto donde la globalización y las exigencias de seguridad alimentaria son cada vez mayores, estas ayudas representan una oportunidad para que las empresas puedan fortalecer sus estructuras y aprovechar nuevas oportunidades de negocio en el extranjero.
La digitalización y la certificación de calidad son, hoy en día, elementos imprescindibles para competir en mercados internacionales, y Castilla y León apuesta por apoyar a sus productores en este camino.