El Ayuntamiento de Zaragoza concluye las obras del canal perimetral en el Barranco de la Muerte, una infraestructura vital para reducir riesgos de inundación en Parque Venecia, con una inversión de más de 15 millones de euros. La intervención, que incluye nuevas infraestructuras y sistemas de alerta, posiciona a la ciudad como un ejemplo en gestión de riesgos naturales en Europa.

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El Ayuntamiento de Zaragoza se encuentra en la fase final de las obras del canal perimetral de alivio en el Barranco de la Muerte, una estructura diseñada para proteger a los vecinos del barrio de Parque Venecia de episodios de tormentas extremas.

La alcaldesa Natalia Chueca realizó una visita a las obras, que se espera concluyan completamente a finales de julio, incluyendo los bancos de madera y mobiliario urbano.

Tras ello, los técnicos de Urbanismo continuarán con proyectos complementarios en la zona, con el objetivo de aumentar la seguridad y la resiliencia del área.

La empresa encargada de ejecutar esta infraestructura, Áridos y Excavaciones Carmelo Lobera S.L., ha invertido aproximadamente 16,5 millones de euros en un proyecto que contempla un canal de más de 300 metros de longitud, con una profundidad de 2 metros y una anchura de 24 metros.

Actualmente, las máquinas trabajan en la colocación de unas 10,000 losas de piedra que conforman la escollera que recubre los bordes del canal, además de la construcción del depósito de amortiguación final junto a la Z-30, que ya ha sido encofrada.

Este canal tiene su origen en la desembocadura del Barranco de la Muerte, ubicado en la parte posterior del CEIP María Zambrano. En esa misma área, se ha sustituido la boca del colector, que recibe las aguas pluviales y las remite a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR), por una tubería de 1,8 metros de diámetro, que permite captar una mayor cantidad de agua y reducir la superficie por donde discurre.

Además, la anchura del tramo previo a la entrada del canal se ha duplicado hasta los 36 metros, y el talud del camino de conexión ha sido reforzado para facilitar el paso del agua.

Durante episodios de lluvias intensas, toda el agua que no logra ingresar en el colector será desviada por la infraestructura hacia la Z-30, la línea natural de evacuación, evitando así que afecte directamente a zonas sensibles del barrio.

En el tramo final del canal, se está construyendo una obra de amortiguación mediante un vertedero escalonado que conecta con un colector de 1.8 metros de diámetro, actualmente en fase de hormigonado. Esta estructura es clave para reducir el impacto del agua sobre la Z-30.

Pero las acciones no terminan aquí. En el marco de un convenio de colaboración con el Gobierno de Aragón y con financiación de la multinacional AWS, se desarrollarán varias fases adicionales para reducir aún más el riesgo de inundaciones en la cuenca del Barranco de la Muerte.

Entre ellas, se construirán depósitos de tormentas junto al Cementerio de Torrero, se instalarán cinco nuevos diques de laminación —cuatro en el Barranco de la Muerte y uno en el Barranco de Camino de Arráez— y se mejorarán los diques existentes aguas arriba de la Z-40.

Un aspecto fundamental será el soterramiento del Barranco de la Muerte en la Z-30, mediante un colector de alta capacidad que duplicará la capacidad actual y mejorará la eficiencia del sistema de drenaje, trasladando el agua lejos del área urbana, a unos 1,2 kilómetros de distancia.

Todo ello se complementará con un sistema de sensores y alertas en 28 cuencas hidrográficas que abarcan más de 634 kilómetros cuadrados en Zaragoza.

Este sistema permitirá anticiparse a fenómenos naturales peligrosos, como desbordamientos, deslizamientos y temperaturas extremas, protegiendo a las comunidades y al entorno natural.

La inversión total de AWS en Zaragoza, repartida en tres años, supera los 13,8 millones de euros. La multinacional no solo aporta recursos económicos, sino también su experiencia en análisis de datos en tiempo real y en inteligencia artificial, con la finalidad de convertir a Zaragoza en una ciudad inteligente y resiliente, pionera en Europa en la gestión sostenible de fenómenos climáticos extremos.

Estas obras no solo mejorarán la seguridad y la calidad de vida de los residentes de Parque Venecia, sino que también consolidan la posición de Zaragoza como una de las ciudades más avanzadas en la gestión del riesgo natural en el continente europeo, siguiendo las tendencias globales en urbanismo sostenible y ciudades inteligentes.

Desde su historia, Zaragoza ha sido siempre una ciudad de importancia estratégica, y en la actualidad, continúa marcando el camino hacia un futuro más seguro y sostenible para sus habitantes.