Las calles de Zaragoza se llenan de fervor con las tradicionales procesiones de Miércoles Santo, destacando el emotivo Encuentro en la Plaza del Pilar.

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Zaragoza ha sido testigo de una noche vibrante y llena de devoción durante el pasado Miércoles Santo, donde se llevaron a cabo un total de nueve procesiones que iluminaron las calles de la ciudad.

La alcaldesa, Natalia Chueca, no ha querido perderse este evento y ha estado presente en diversas procesiones, destacando su participación en el tradicional Encuentro entre la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores y la Cofradía de Jesús del Calvario.

Este emotivo momento tuvo lugar en la emblemática plaza del Pilar, que se vio abarrotada de zaragozanos y turistas deseosos de ser parte de esta tradición que remonta sus orígenes al siglo XVIII, cuando fue organizada por la Venerable Orden Tercera.

A lo largo de los años, el Encuentro ha cambiado de localización, habiéndose celebrado en la plaza San Pedro Nolasco en sus inicios, aunque desde hace varios años se realiza en la plaza del Pilar.

Este evento representa el pasaje bíblico donde Cristo se encuentra con su madre en su camino hacia el Calvario, un momento de profunda carga emocional que resuena en el corazón de todos los presentes.

Natalia Chueca también estuvo presente en el Enclavamiento de Cristo de La Expiración, parte de la cofradía de Las Siete Palabras. Esta imagen es considerada una joya del arte religioso en la Semana Santa española, elaborada por Juan Manuel Miñarro, un destacado imaginero y profesor universitario especializado en la Sábana Santa.

La figura, que refleja el momento previo a la muerte de Cristo, puede ser admirada durante todo el año en una capilla de la basílica de El Pilar, aunque esta noche fue llevada en procesión, acompañada por la música de capilla de Los Ministriles, en dirección a San Cayetano, donde se integra con el paso que procesiona el Viernes Santo.

Además, la alcaldesa tuvo un papel destacado en la procesión extraordinaria de la Cofradía de la Coronación de Espinas, que este año celebra su 75 aniversario.

Esta procesión se caracterizó por su silencio y solemnidad, comenzando su recorrido desde la iglesia de San Cayetano con 69 hermanos, un número que simboliza a los fundadores de la cofradía.

En lugar de la tradicional cruz in memoriam, el paso fue adornado con 300 rosas rojas, un homenaje a los hermanos difuntos, incluyendo una rosa blanca en recuerdo de un niño fallecido.

La historia de esta cofradía está profundamente entrelazada con la Sociedad Protectora de Jóvenes Obreros y Comerciantes, que forman parte del Patronato Obrero Católico de Fuenclara.

Se reconoce por su profunda espiritualidad y momentos emotivos que incluyen el rezo en memoria de los hermanos que ya no están, justo antes de que inicie su procesión principal.

También es memorable el encuentro del paso con la peana en la puerta de la Real Capilla de Santa Isabel de Portugal, donde se acompaña de una jota que resuena por las calles.

Finalmente, el Domingo de Resurrección, todas las flores que han adornado los pasos durante la Semana Santa son llevadas al cementerio, donde algunas de ellas son depositadas en la fosa común del Cementerio de Torrero, un símbolo del ciclo de la vida y la muerte que se celebra en esta época del año.