El alcalde de Sevilla y representantes de la ciudad visitaron el Cristo de la Expiración en Roma con motivo del Año Santo, destacando la importancia de esta devoción en el contexto global y su impacto cultural y religioso.

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En un evento de gran trascendencia para la comunidad sevillana y el mundo religioso, el alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, realizó una visita especial al Cristo de la Expiración, también conocido como El Cachorro, en la Basílica de San Pedro en Roma.

Esta visita se enmarca en el contexto del Jubileo de las Cofradías, que coincide con la celebración del Año Santo en el Vaticano, y ha reunido a diferentes representantes de la ciudad, quienes han llevado la devoción sevillana hasta la capital italiana.

El Cristo de la Expiración, una de las imágenes más emblemáticas de las hermandades de Sevilla, viaja en estos días como embajador cultural y religioso.

La presencia de esta escultura en Roma simboliza la conexión entre las cofradías sevillanas y la tradición católica mundial. El alcalde Sanz estuvo acompañado por Manuel Alés del Pueyo, delegado de Fiestas Mayores y del Distrito Triana, así como por Angie Moreno, delegada de Turismo y Cultura, y por José Luis Aldea, hermano mayor del Cachorro.

La visita incluyó una oración junto al crucificado trianero en un altar especialmente preparado para el evento.

Se trata de una ocasión única en la que Sevilla aporta una pieza clave de su patrimonio devocional al contexto del Jubileo, un evento solemne que tiene lugar cada 25 años y que en esta oportunidad ha reunido a millones de fieles en el Vaticano.

La imagen del Cristo de Ruiz Gijón, creada en 1974, ha sido considerada un hito de la imaginería sacra moderna y un símbolo del arte religioso sevillano.

Durante la visita, el alcalde comentó que “este momento marca una expansión internacional de nuestra cultura y fe, haciendo que El Cachorro sea más universal que nunca”.

Históricamente, Sevilla ha tenido un papel fundamental en la difusión de la Semana Santa y sus imágenes devocionales, con una tradición que se remonta a siglos atrás.

La ciudad es reconocida por su pasión religiosa, que se refleja en sus más de 130 cofradías y en su monumental Semana Santa, declarada de interés turístico internacional.

La participación del Cristo de la Expiración en este evento en Roma refuerza esa tradición y también es una oportunidad para afianzar lazos culturales y religiosos con otros países.

El alcalde afirmó que “las hermandades, que suman más de 700 en la provincia de Sevilla, son los pilares fundamentales de nuestra identidad cultural y social”.

La presencia en el Vaticano es un acto de reconocimiento a esa piedad popular que ha caracterizado a Sevilla durante siglos y que ha trascendido fronteras.

La imagen del Cristo de la Expiración, que destaca por su expresividad y detallismo en la escultura, sigue siendo uno de los iconos devocionales más reconocidos en todo el mundo.

Este acontecimiento también ha sido visto como una oportunidad de promoción para el sector turístico sevillano, consolidando a la ciudad como un referente en arte sacro y cultura religiosa.

La delegada de Turismo, Angie Moreno, resaltó que “se vuelve a demostrar la riqueza de nuestro patrimonio y la importancia de mantener viva esta tradición, que atrae a visitantes de todos los rincones”.

El paso del Cristo de la Expiración por el Vaticano no solo representa un acto de fe, sino también un homenaje a la historia y la cultura que unen a Sevilla con el mundo.

La ciudad continúa siendo un centro de referencia en el arte sacro, y eventos como este fortalecen su posición como capital de la piedad popular a nivel internacional.

Sin duda, en estos días Sevilla puede alardear de una presencia que trasciende sus fronteras, llevando el nombre de su patrimonio devocional a millones de personas en todo el mundo.