Desde julio, el Ayuntamiento de Sevilla ha trabajado para mejorar la inclusión social de los más necesitados en seis áreas desfavorecidas de la ciudad.

El dato fue revelado por el equipo a cargo de #ERACIS+ durante una evaluación semestral del Plan Local, que tuvo lugar el viernes pasado en el Hogar Virgen de los Reyes.
Uno de los aspectos más destacados del encuentro fue que más de 300 familias en riesgo de exclusión social han comenzado su proceso de inclusión mediante itinerarios personalizados.
Estos itinerarios incluyen un enfoque integral que abarca asesoramiento en diversas áreas esenciales como salud, educación, vivienda y empleo.
Las zonas que se benefician de este importante plan son Torreblanca de los Caños, La Plata-Padre Pío-Palmete, la barriada El Cerezo, Polígono Norte-El Vacie, Tres Barrios-Amate y Polígono Sur.
Estas áreas han sido identificadas como las más necesitadas, y el Ayuntamiento está concentrando sus esfuerzos para mejorar las condiciones de vida de las familias y facilitar su acceso a recursos públicos.
También se presentó una conferencia titulada “La perspectiva de la Infancia en la Estrategia de Inclusión Social”
En el transcurso de la jornada, también se presentó una conferencia titulada “La perspectiva de la Infancia en la Estrategia de Inclusión Social”, impartida por Antonio Garrido Porras, un asesor técnico en Infancia y Salud Pública de la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía.
En su charla, Garrido enfatizó la necesidad de priorizar los esfuerzos dirigidos hacia la población infantil, sugiriendo que garantizar una integración social para los más jóvenes es vital para construir un futuro más sostenible.
El Plan Local para la Cohesión e Inclusión Social en #Sevilla cuenta con un presupuesto total de 14.060.489,03 euros (aproximadamente 14.060.00 euros) que se financian mediante una cooperación entre la Junta de Andalucía y el Fondo Social Europeo Plus. Esta iniciativa establece como principal objetivo alcanzar la inclusión total de estas comunidades desfavorecidas para el año 2028. Este enfoque no solo busca mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, sino que también aspira a crear un tejido social más cohesionado y solidario a largo plazo.