El Ayuntamiento de Sevilla ha comenzado la restauración del Cenador de Carlos V, un importante monumento histórico, con el objetivo de devolverle su esplendor para el quinto centenario de la boda del emperador.

El Ayuntamiento de Sevilla ha dado un importante paso hacia la restauración del Cenador de Carlos V, uno de los monumentos más emblemáticos del Real Alcázar.
La adquisición del proyecto de intervención ha sido concedida a la Fundación para la Investigación de la Universidad de Sevilla (FIUS), que contará con la dirección de la arquitecta María Dolores Robador, una especialista en patrimonio con un conocimiento profundo del recinto.
Esta acción forma parte de un amplio plan de conservación que el equipo del alcalde José Luis Sanz está llevando a cabo en el Real Alcázar, marcado por un compromiso continuo con la mejora del patrimonio cultural de la ciudad.
La redacción del proyecto tiene asignado un presupuesto de aproximadamente 153.000 euros y la intervención total está estimada en un presupuesto de 1.195.117 euros, que se ejecutará en los años 2025 y 2026.
Juan Bueno, delegado de Hacienda, destacó la magnitud de este trabajo, afirmando que esta restauración busca recuperar la magnificencia de un espacio que ha sido desatendido durante demasiado tiempo, poniendo en riesgo su preservación.
Las palabras de Bueno resaltan la importancia de este cenador en la historia sevillana, recordando que este emblemático lugar era originalmente parte de un palacete almohade y fue transformado en una obra maestra de la arquitectura renacentista en el siglo XVI.
Durante su vida, el Cenador de Carlos V fue testigo de la boda del emperador Carlos V con Isabel de Portugal, un evento que se celebrará en marzo de 2026, cuando se conmemore su quinto centenario.
"Esperamos que para 2026, en coincidencia con las celebraciones, tanto los ciudadanos de Sevilla como los turistas puedan disfrutar de este cenador restaurado y devolverle el esplendor que merece," añadió Juan Bueno, enfatizando el impacto cultural que se busca lograr.
En este momento, los equipos técnicos se encuentran en la fase inicial del proyecto, dedicados a realizar un estudio histórico exhaustivo y a crear un modelo tridimensional del cenador a través de técnicas de fotogrametría de alta precisión.
Hasta la fecha, se han llevado a cabo imágenes infrarrojas para identificar posibles problemas estructurales como la humedad. En los días venideros, se planea realizar escaneos láser para estudiar las deformaciones y llevar a cabo análisis e informes para definir las intervenciones necesarias.
En conclusión, con esta restauración, el Real Alcázar se fortalece como un referente internacional en la conservación del patrimonio. Es una inversión significativa en la historia de Sevilla, que refleja el compromiso del gobierno local por conservar y realzar el legado cultural de la ciudad.