A pesar de los esfuerzos por incrementar los controles y sanciones, circular por la banquina sigue siendo una de las infracciones más comunes en las rutas argentinas, según un estudio reciente del Cecaitra.

La circulación por la banquina representa una de las infracciones de tránsito más repetidas en las rutas y autopistas del país, pese a las campañas de control y sanción aplicadas en los últimos años.

Esto evidencia la persistencia de comportamientos que incumplen las normativas viales, en un contexto donde la seguridad en las carreteras sigue siendo un desafío.

Según un informe del Observatorio Vial de Cecaitra, la Cámara que agrupa a las empresas desarrolladoras de software vial en Argentina, la mayoría de los conductores reconocen que rara vez utilizan las banquinas en sus desplazamientos cotidianos.

La encuesta telefónica realizada a partir de esta entidad preguntó sobre la frecuencia con la que los conductores emplean las banquinas en caminos y autopistas.

De acuerdo con los resultados, un 86,3% afirmó que nunca recurre a estas zonas, mientras que un 8,1% declaró hacerlo “casi nunca”. Solo un 3,6% admitió usarla ocasionalmente, y un escaso 2% aseguró que la emplea con frecuencia casi siempre. Esto refleja que, en general, hay un conocimiento generalizado sobre la prohibición de usar la banquina para circulación regular, establecida en la normativa vial.

La legislación nacional regula estrictamente el uso de las banquinas. La ley de tránsito señala que la banquina es un área destinada a detenerse en emergencias o como vía de escape, pero en ningún caso para circular de manera habitual.

El artículo 48 especifica que sólo puede accederse en casos de emergencia, mientras que el artículo 42 prohíbe los adelantamientos por la derecha o por la banquina, estableciendo que los adelantamientos se deben realizar exclusivamente desde la izquierda.

Facundo Jaime, portavoz del Observatorio Vial, explicó que: “La ley prohíbe estacionar o detenerse en las banquinas, salvo en casos de urgencia. Solo están permitidos en situaciones como la asistencia de emergencias, cargas, o si hay averías mecánicas, siempre y cuando se señalice correctamente y se minimize el tiempo de permanencia”.

Al investigar la percepción de los conductores sobre las acciones del resto, la encuesta reveló que el 75% cree que casi siempre otros vehículos circulan por las banquinas, mientras que un 15% piensa que esto ocurre de vez en cuando y apenas un 4% considera que los demás conductores cumplen con las reglas y no usan estas áreas.

Respecto a las razones que llevan a los conductores a usar las banquinas en ocasiones permitidas, el sondeo indicó que el 45% las emplea cuando debe detenerse por un siniestro, el 25% las usa como vía de escape en congestiones, y un 15% las utiliza para descansar un momento.

La otra proporción, que también fue importante citar, respondió que no sabe o prefirió no contestar.

Estos datos muestran una desconexión entre la percepción del cumplimiento normativo y el comportamiento real en las rutas. Muchos conductores consideran que su uso por parte de otros es frecuente, lo que podría indicar un desconocimiento de la norma o una actitud de omisión de las reglas.

Desde Cecaitra, se insiste en la importancia de la educación vial como herramienta para reducir estos comportamientos peligrosos.

Históricamente, Argentina ha tenido un crecimiento exponencial en la cantidad de vehículos en circulación, pasando de unos pocos autos en los años 70 a más de 15 millones en la actualidad, lo que incrementa la necesidad de campañas de concienciación y de mayor control policial en las carreteras.

Seguir promoviendo la cultura del respeto por las normas es fundamental para disminuir la cantidad de accidentes y salvar vidas en las rutas. La regulación y la conciencia en la comunidad vial son clave para lograr un tránsito más seguro y responsable en el país.