Durante 2025, en Euskadi se registra un ligero aumento en las denuncias por violencia contra las mujeres, en medio de esfuerzos aumentados por la Ertzaintza con nuevas unidades y sistemas de protección. La mayoría de los delitos siguen siendo malos tratos habituales y amenazas, y en algunos casos se registran homicidios y asesinatos en el entorno familiar.
En el territorio de Euskadi, durante 2025, se ha observado un incremento leve en las denuncias relacionadas con la violencia de género. Hasta octubre, la Ertzaintza ha registrado un total de 5.975 casos, lo que representa un pequeño aumento del 0,66 % en comparación con el mismo período del año anterior. La mayoría de estos delitos corresponden a malos tratos físicos, coacciones y amenazas, cometidos principalmente por parejas o exparejas.
Desde principios de 2025, la Ertzaintza ha reforzado significativamente su estrategia de protección a las víctimas mediante la creación de una unidad especializada en violencia de género.
La Unidad de Violencia sobre la Mujer e Igualdad cuenta actualmente con una comisaria responsable y cuatro agentes, todas ellas mujeres, encargadas de coordinar y mejorar la atención y respuesta en estos casos.
Además, estos profesionales trabajan en conjunto con equipos específicos en todas las ertzain-etxeas de Euskadi, donde temas relacionados con la protección a víctimas se abordan de manera exclusiva por parte de unidades especializadas.
Una de las contribuciones más importantes dentro de esta estrategia de protección es el sistema de registro electrónico de cada caso detectado. Cada denuncia o incidente se documenta en un expediente informático que reúne toda la información relevante: entrevistas, órdenes judiciales, evidencias, historial de denuncias anteriores y datos procedentes de otros sistemas policiales.
Independientemente del nivel de riesgo, la Ertzaintza realiza una protección activa, incluyendo acompañamientos al juzgado para los procedimientos judiciales más complejos en casos graves.
El sistema también contempla la cooperación interinstitucional. Desde 2024, Euskadi ha interconectado los sistemas de protección EBA (Emakumeen eta Etxekoen Babesa) del Gobierno Vasco con VIOGEN-2, del Ministerio del Interior.
Esta integración permite gestionar de manera conjunta los expedientes, homologar el evaluación de riesgos y responder con mayor eficacia ante los episodios de violencia machista, además de facilitar la movilidad segura de las víctimas dentro del Estado.
En cuanto a cifras, entre enero y octubre de 2025, se han reportado 4.303 denuncias relacionadas con violencia ejercida por la pareja o expareja, lo que supone un modesto aumento del 0,65 % respecto al año anterior. La tipología de estas agresiones comprende principalmente malos tratos físicos, injurias, vejaciones, lesiones, amenazas y coacciones. La región con mayor número de casos sigue siendo Bizkaia, aunque en porcentajes más destacado crecen los delitos en Araba, con un aumento del 3,38 %.
Lamentablemente, en 2025 se han producido también homicidios por violencia de género en Euskadi. En concreto, en octubre, una mujer de 53 años fue asesinada en Zarautz por su pareja. Además, en el ámbito intrafamiliar, se han registrado tres asesinatos. La ejecución más trágica ocurrió en Bilbao, donde un hombre latinoamericano de 43 años asesinó a su hija de 13 años, e intentó matar a su pareja antes de suicidarse.
Por otro lado, las cifras de violencia sexual también muestran una tendencia en aumento. Se han notificado 649 casos en lo que va del año, un 4,34 % más que en 2024. La mayoría de estos son agresiones sexuales, pero los incidentes de violencia sexual grave han disminuido ligeramente, con 126 casos en 2025 frente a 133 en 2024.
Uno de los aspectos destacados en la atención a víctimas es el sistema de protección integral, que evalúa el riesgo en cuatro niveles: básico, moderado, alto y especial.
Actualmente, 6.223 mujeres en Euskadi reciben algún tipo de protección activa por parte de la Ertzaintza. Entre ellas, 37 mujeres disfrutan de escoltas permanentes o puntuales en las zonas de mayor riesgo, y 246 cuentan con servicios de contravigilancia. Además, 187 mujeres utilizan medios tecnológicos como aplicaciones móviles para su protección, y 166 hombres llevan pulseras de localización controladas por orden judicial.
Es importante destacar que este compromiso institucional con la protección de las mujeres ha ido acompañado de un avance en la conciencia social y en las políticas públicas orientadas a erradicar la violencia machista.
Eventos históricos y movimientos sociales en Euskadi y en todo el Estado Español han impulsado una mayor sensibilización y reformas legales que buscan garantizar un entorno más seguro para las víctimas.
A pesar de los avances, el desafío sigue siendo grande, y la constancia en las políticas de protección, la coordinación interinstitucional y la sensibilización social resultan indispensables para reducir las cifras de violencia y ofrecer una protección efectiva a las víctimas.
La lucha contra la violencia de género en Euskadi continúa siendo una prioridad para la seguridad y la igualdad en la región.