El acto conmemorativo del Milenario de Gipuzkoa se llevó a cabo en la iglesia San Salvador de Altzo, donde el Lehendakari destacó la importancia del legado histórico y cultural del territorio en la protección de derechos y tradiciones.

En la localidad de Altzo, ubicada en el corazón de Gipuzkoa, se celebró un acto conmemorativo para conmemorar los 1025 años desde la primera referencia escrita de esta provincia vasca.

La iglesia primitiva de San Salvador fue el escenario de un pleno extraordinario de las Juntas Generales de Gipuzkoa, una reunión de gran significado histórico y simbólico, que sirvió para reforzar el legado cultural, político y social del territorio.

El evento, que también marca los hitos de la iniciativa titulada 'Ipuskoa. Izanetik izena 1025-2025', contó con la participación del Lehendakari Imanol Pradales, quien enfatizó la relevancia de la historia de Gipuzkoa en la configuración de la identidad vasca y española.

Durante su intervención, Pradales resaltó los avances logrados para promover la igualdad y la dignidad de todas las personas en la comunidad, aspectos que consideran fundamentales en su contexto histórico y actual.

El acto en Altzo no solo fue una ocasión para recordar el pasado, sino también para reflexionar sobre la evolución del territorio y su aportación al desarrollo del País Vasco.

El Lehendakari destacó que los habitantes de Gipuzkoa, a lo largo de los siglos, han cuidado y fortalecido su cultura, tradiciones y estructuras políticas, muchas de las cuales permanecen vigentes en la actualidad.

Desde tiempos antiguos, Gipuzkoa fue una tierra de innovación y resistencia. Históricamente, esta provincia se destacó en el ámbito naval, desarrollando una industria marítima avanzada en la Edad Moderna. La región también fue pionera en establecer redes de colaboración entre sus diferentes municipios y valles, que sentaron las bases para la organización política y social moderna del País Vasco.

Es importante recordar que la historia no solo se escribe con eventos o fechas, sino también con las acciones de sus habitantes y sus instituciones.

Gipuzkoa, en sus primeros siglos, no solo enfrentó reyes y monarcas que intentaban imponer su autoridad, sino que también protegió sus leyes y costumbres, defendiendo su identidad y autonomía.

El acto en Altzo finalizó con discursos y reflexiones que subrayaron cómo la historia de Gipuzkoa, marcada por su resistencia y sentido de comunidad, sigue siendo un ejemplo de la capacidad de su pueblo para adaptarse a los cambios sin perder sus raíces.

La conmemoración del Milenario refuerza el valor de la historia compartida y el compromiso con el futuro, promoviendo la unión entre las generaciones y consolidando los valores que han definido esta tierra a lo largo de los siglos.

Con una historia que se remonta a más de un milenio, Gipuzkoa continúa siendo un símbolo de identidad y resiliencia en el País Vasco. La celebración en Altzo no solo rememora el pasado, sino que también inspira un camino hacia un futuro en el que los valores históricos siguen guiando el desarrollo social, cultural y político del territorio.