Estados Unidos y la Unión Europea firman un acuerdo que establece un arancel máximo del 15% para ciertos productos, impactando a sectores agroalimentarios, incluyendo los vinos vascos, y buscando fortalecer la cooperación comercial. La representante de Euskadi destaca la necesidad de diversificar mercados y cuidar a los sectores más afectados.
En una reciente decisión que tiene repercusiones a nivel global, Estados Unidos y la Unión Europea han firmado un acuerdo en el que establecen un arancel máximo del 15% en la mayoría de los intercambios comerciales entre ambos bloques.
Este pacto, sellado el 27 de julio y anunciado oficialmente el pasado jueves, busca reducir las barreras comerciales no arancelarias y fomentar una relación más estable y cooperativa.
El acuerdo surge en un contexto donde los Estados Unidos han impuesto aranceles del 15% sobre ciertos productos europeos, incluidos vinos, aceites de oliva, frutas y verduras, afectando especialmente a pequeños y medianos productores de la Unión Europea.
Por su parte, la UE ha acordado reducir sus tarifas y eliminar algunos obstáculos para facilitar el comercio con el país norteamericano. La reducción de estos impuestos, sin embargo, está condicionada a que ambas partes tomen medidas recíprocas para disminuir las tarifas que aplican a productos del otro lado del Atlántico.
En el caso de Euskadi, la Consejera de Alimentación, Desarrollo Rural, Agricultura y Pesca, Amaia Barredo, subrayó la importancia de este acuerdo y la necesidad de seguir promoviendo la internacionalización del sector agroalimentario vasco.
Durante una entrevista con la agencia EFE, Barredo afirmó que “el acuerdo presenta un doble reto para los productos de la Unión Europea, especialmente para los productores vascos, que ven amenazadas sus exportaciones por los aranceles del 15% impuestos por Estados Unidos”.
Desde el Gobierno Vasco, se ha subrayado que la estrategia del sector agrícola y vinícola en la región debe centrarse en la diversificación de mercados y en la búsqueda de nuevos destinos comerciales para productos como el vino vasco, los lácteos, y las frutas y verduras.
Además, se prevé un incremento en los costes de exportación por los aranceles, que en euros equivaldrían a aproximadamente 14 millones de euros en productos afectados, teniendo en cuenta los valores actuales del mercado.
Las negociaciones también contemplan la eliminación de barreras no arancelarias, con el compromiso de mejorar la cooperación en la eliminación de obstáculos comerciales y sanitarios que dificultan el intercambio de alimentos y productos agrícolas.
La representante del Gobierno Vasco destacó que, aunque esperaba que el acuerdo excluyera a sectores como el vino y las bebidas espirituosas europeas de gravámenes elevados, el acuerdo implica que dichas exportaciones seguirán enfrentando un arancel del 15% como máximo.
Ese nivel, explicó, es el mismo que Estados Unidos aplica a países considerados “más favorecidos”.
Históricamente, la relación comercial entre ambas regiones ha pasado por varias crisis, como las conocidas