En una sesión de control al Gobierno celebrada en el Congreso, Noelia Núñez, vicesecretaria de Movilización y Reto Digital del Partido Popular, expresó con contundencia el malestar de la juventud española ante la situación actual del país.

Según supuestamente Núñez, los jóvenes en España están cansados de ver cómo sus impuestos se destinan a prácticas corruptas, sobornos, comisiones ilegales y actividades que supuestamente incluyen la prostitución, en un contexto donde las oportunidades laborales y los salarios no alcanzan para cubrir las necesidades básicas.

Supuestamente, Núñez destacó que, con el actual gobierno de Pedro Sánchez, los jóvenes enfrentan una realidad cada vez más dura: un alquiler promedio que ronda los 600 euros mensuales en ciudades como Madrid y Barcelona, que supuestamente no pueden pagar con los salarios de menos de 1.200 euros al mes, y un mercado laboral que no ofrece estabilidad ni salario digno. La diputada afirmó que la juventud se siente atrapada en una situación en la que el sistema no les favorece, y en la que las promesas de regeneración política se han quedado solo en palabras.

Además, Núñez señaló que en un informe de la Unidad Central Operativa (UCO), que supuestamente consta de unas 490 páginas, se revelan detalles que han causado náuseas entre la población.

Según ella, estos datos demuestran cómo la corrupción institucional ha llegado a niveles que desesperan a los españoles, especialmente a los jóvenes, quienes no tienen motivos para estar orgullosos de un gobierno presuntamente inmerso en prácticas ilícitas.

Núñez no dudo en criticar duramente a Yolanda Díaz, la actual vicepresidenta y ministra de Trabajo, a quien acusó de decir “yo no robo” mientras sus compañeros en el Ejecutivo presuntamente participan en actos de corrupción.

La diputada instó a Sira Rego, otra ministra y líder de Podemos, a que “tenga dignidad, deje el Gobierno y pida elecciones ya”, calificando sus declaraciones como una “indignación fingida” que solo busca distraer a la ciudadanía.

La representante del PP también recordó que la juventud española está harta de la hipocresía y de las lecciones vacías de quienes prometieron regenerar la política y acabar con la corrupción, pero que, presuntamente, solo han logrado cambiar la pancarta por la moqueta y la bicicleta por el coche oficial.

Además, supuestamente, muchos jóvenes consideran que el sistema actual favorece a una élite política y económica que ha facilitado la proliferación de prácticas corruptas.

En un contexto histórico, la crisis económica de 2008 dejó una profunda huella en la país, generando una generación que ha visto cómo se han deteriorado sus oportunidades.

La crisis financiera y la posterior recesión aumentaron el desempleo juvenil, que en su momento alcanzó cifras cercanas al 50%. Aunque las cifras oficiales han bajado, muchos analistas presumen que la precariedad laboral y la desigualdad continúan siendo un problema estructural.

Supuestamente, las recientes revelaciones y acusaciones en el ámbito político han intensificado el descontento social, particularmente entre los jóvenes, quienes demandan cambios reales y una mayor transparencia en la gestión pública.

La percepción de que la corrupción se ha convertido en una constante en la política española alimenta el rechazo hacia las instituciones y genera un sentimiento de frustración que, según algunos analistas, podría derivar en un aumento de movilizaciones sociales en los próximos meses.