El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, afirma que Pedro Sánchez ha convertido la política en un instrumento de encubrimiento y corrupción, asegurando que el país está en manos de un presidente sin principios y rodeado de escándalos.

En una reciente entrevista en el programa Espejo Público, Alberto Núñez Feijóo, líder del Partido Popular, acusó duramente a Pedro Sánchez de haber secuestrado la política española, presuntamente convirtiendo la nación en un escenario de encubrimiento de delitos y corrupción.

Según Feijóo, Sánchez no sería una víctima de las circunstancias, sino un presidente que ha protegido a sus colaboradores y favorecido a organizaciones criminales dentro del sistema político.

El dirigente popular recordó que, en su momento, fue él quien promovió el aforamiento de Ábalos tras un incidente polémico, y que siguió enviando mensajes de apoyo a este y a otros colaboradores cercanos.

Para Feijóo, Sánchez actúa como un encubridor de delitos, y el Partido Socialista (PSOE) estaría presuntamente vinculado con una organización criminal, una acusación que calificó de inaudita.

Supuestamente, España está actualmente secuestrada por un mandatario que carece de principios y que muestra síntomas de un narcisismo que, según él, empieza a ser crónico.

El líder del PP también criticó la manera en que Sánchez compra el apoyo de los socios políticos, supuestamente mediante una trama de corrupción.

En su opinión, la única vía para solucionar esta situación sería devolver la voz a los ciudadanos, promoviendo una salida democrática y transparente.

Feijóo destacó que figuras como Koldo y Cerdán comparten un mismo trasfondo, pues ambos pertenecen al llamado 'club navarro' y están involucrados en decisiones que, supuestamente, contravienen informes técnicos y la intervención en obras públicas.

En este contexto, recordó que Sánchez justificó la salida de Ábalos alegando errores en la selección de sus colaboradores, pero advirtió que en realidad, Sánchez se ha equivocado en todos sus nombramientos, incluyendo a Cerdán.

En consecuencia, afirmó que, si aplicara su propia doctrina, Sánchez debería ser expulsado del PSOE no una, sino varias veces.

Feijóo lamentó que la imagen internacional de España esté ahora marcada por la cárcel y la corrupción, señalando que el Partido Socialista está profundamente implicado en escándalos de corrupción en todos los niveles.

Supuestamente, el sanchismo ha llevado al país a un estado de deterioro moral y económico, con casos de corrupción familiar y política, ataques a la independencia judicial y un fiscal general del Estado que, presuntamente, está pendiente de juicio oral en el Tribunal Supremo, sin que ello afecte su cargo.

Asimismo, criticó la participación de Sumar en el Gobierno, señalando que, si tuvieran algo de decencia, ya habrían salido del Ejecutivo, pues supuestamente, sus ministros están implicados en casos de robo y corrupción.

Recordó que Yolanda Díaz aseguró que sus ministros no robaban, pero que, en realidad, quienes están a su lado sí lo hacen, y ella continúa formando parte de un Gobierno que, presuntamente, permite la corrupción.

Feijóo instó al PNV a decidir su postura, acusando que, de momento, son cómplices de un Gobierno corrupto y que, en el futuro, podrían convertirse en encubridores y, posteriormente, en responsables.

También advirtió que España no está en venta y que las decisiones deben ser tomadas por las mayorías, no por pequeños grupos de diputados.

En cuanto a la situación en Cataluña, el líder del PP acusó a Sánchez de haber estafado a Puigdemont y afirmó que el verdadero beneficiario de ese engaño sería Illa, quien, supuestamente, ha rentabilizado esa estrategia en la región.

Además, reiteró que la aprobación de una amnistía por parte de Sánchez es inconstitucional y que la malversación, en contra de los tratados de la Unión Europea, no puede ser legalizada, pues va en contra del derecho comunitario.

Por último, Feijóo abogó por un cambio político en España, alejado de la extrema izquierda del señor Sánchez y de la derecha que le acompaña.

Considera que la mayoría de los españoles se encuentran en la centralidad y que, para salir de la crisis, es necesario un gobierno que aplique políticas de transparencia y lucha contra la corrupción.

Criticó la gestión del ministro de Transportes, supuestamente responsable de cinco caos ferroviarios en seis meses, y calificó de ridículo internacional que Sánchez haya firmado un acuerdo con la OTAN y luego haya declarado que no cumplirá con él, sugiriendo que, en su opinión, estas decisiones deben ser debatidas en el Consejo de Ministros y sometidas a consulta popular.

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