Más de 27,000 kilos de pollo cocido y empanizado han sido retirados del mercado en Estados Unidos por problemas de etiquetado que podrían poner en riesgo a consumidores con alergias. La empresa Suzanna’s Kitchen inició la retirada tras detectar un error en el etiquetado que omitía información sobre la presencia de soja, un alérgeno potencialmente peligroso. El producto afectado, producido en octubre de 2025, fue distribuido a nivel nacional y se recomienda desecharlo y consultar a un médico en caso de síntomas adversos.
En un incidente que ha generado preocupación entre consumidores y autoridades sanitarias, se ha anunciado la retirada de más de 24,500 kilos de pollo cocido y empanizado en Estados Unidos.
La empresa responsable, Suzanna’s Kitchen, inició el retiro después de que se detectara un error en el etiquetado de algunos de sus productos, específicamente la omisión de la presencia de soja, un alérgeno común y potencialmente peligroso para personas sensibles.
Este incidente se suma a una tendencia en aumento en la frecuencia de retiradas de alimentos en todo el mundo, lo cual, aunque puede parecer negativo, en realidad indica una mayor vigilancia y compromiso con la seguridad del consumidor.
Las autoridades sanitarias, como la Food Safety and Inspection Service (FSIS), han señalado que los controles se han intensificado en los últimos años, contribuyendo a identificar y retirar productos con riesgos potenciales antes de que puedan causar daños.
El pollo afectado fue producido el 16 de octubre de 2025 y tiene en la etiqueta el número de establecimiento “P-1380”. La compañía distribuyó estas piezas a diferentes restaurantes y cadenas de comida rápida en todo el territorio nacional. La advertencia oficial recomienda a los establecimientos que no sirvan los productos afectados y que los desechen de inmediato. Hasta la fecha, no se han reportado lesiones o enfermedades relacionadas con este retiro.
El problema radica en que los productos retirados, en envases de 8 piezas, contienen ingredientes que no estaban claramente indicados en el etiquetado, específicamente la soja.
La soja es uno de los principales alérgenos alimentarios y su consumo inadvertido puede provocar reacciones severas en personas alérgicas, incluyendo dificultad respiratoria, hinchazón y shock anafiláctico.
Supuestamente, algunos de estos productos fueron distribuidos en diferentes cadenas de restaurantes en varias regiones del país, lo que aumenta la importancia de que los consumidores revisen sus compras.
La FSIS ha enfatizado que, en caso de sospecha de intoxicación o reacción adversa tras consumir estos productos, se debe acudir inmediatamente a un médico.
Este incidente no solo refleja la importancia de una correcta etiquetación en los alimentos, sino que también evidencia cómo la supervisión y los controles preventivos están en constante mejora.
En el pasado, errores similares han llevado a retiradas masivas y a cambios en las regulaciones para garantizar mayor transparencia y seguridad.
En términos económicos, la retirada afecta a la empresa y a los distribuidores, pero también puede ser vista como un paso hacia una mayor confianza del consumidor en la industria alimentaria.
La tendencia a retirar productos con problemas, aunque costosa, permite fortalecer los estándares de calidad y cumplimiento normativo.
En euros, la cantidad retirada equivale aproximadamente a 23.000 euros, teniendo en cuenta la conversión actual de 1 dólar estadounidense igual a 0,85 euros. La alerta se mantiene activa y las autoridades continúan vigilando para evitar que este tipo de incidentes se repitan en el futuro, promoviendo una mayor transparencia y protección para los consumidores.