Supuestamente, varias cadenas de supermercados en Estados Unidos han iniciado retiradas de ciertos productos de pasta tras un brote multistate de listeria que ha causado al menos 20 infecciones y cuatro muertes. La investigación, que aún continúa, ha llevado a la retirada de productos en cadenas como Kroger y Giant Eagle. La bacteria responsable, presuntamente, se ha detectado en ensaladas de pasta listas para consumir vendidas en diferentes estados, generando alarma entre consumidores y autoridades sanitarias. Se recomienda devolver estos productos y extremar las precauciones al manipular alimentos en casa.
Supuestamente, en Estados Unidos se ha desencadenado una alerta sanitaria tras la identificación de un brote de listeria que ha afectado a al menos 15 estados del país.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han confirmado que varios productos de pasta preparados y ensaladas de pasta ya no están seguros para su consumo.
La bacteria, conocida como listeria monocytogenes, se ha encontrado en algunos de estos productos, que presuntamente se vendían en cadenas como Kroger y Giant Eagle.
El brote, que comenzó a investigarse en junio, habría causado hasta 20 casos confirmados, con al menos 4 personas fallecidas. La mayoría de los pacientes presentan síntomas graves, y en algunos casos, las infecciones han sido fatales. La presencia de listeria en productos de pasta no es algo nuevo en la historia de la seguridad alimentaria; de hecho, esta bacteria ha sido responsable de varias epidemias en el pasado, especialmente en productos cárnicos y lácteos, pero en los últimos años también se ha detectado en alimentos envasados y listos para consumir.
Supuestamente, los productos afectados en esta ocasión incluyen ensaladas de pasta con pesto y mozzarella ahumada, que se vendían en los mostradores de deli y en paquetes para llevar en múltiples tiendas bajo la marca Kroger, así como en tiendas de la cadena Giant Eagle.
Los productos retirados, que tenían fechas de venta entre finales de agosto y principios de octubre, contaban con códigos UPC específicos, y se distribuyeron en al menos 25 estados de EE.
UU.
Las autoridades sanitarias recomiendan a los consumidores que hayan adquirido estos productos devolverlos a los puntos de venta o desecharlos de inmediato.
Además, se aconseja limpiar y desinfectar todas las superficies y utensilios que hayan estado en contacto con los alimentos afectados para evitar la contaminación cruzada.
La higiene en la manipulación de alimentos es fundamental, especialmente para grupos vulnerables como personas mayores, mujeres embarazadas y personas inmunodeprimidas.
Supuestamente, en un contexto más amplio, los brotes de listeria no son raros en la historia de la salud pública. En 2011, un brote similar en EE. UU. causó la muerte de varias personas y llevó a la retirada masiva de productos de queso y embutidos en todo el país. La bacteria puede sobrevivir en ambientes fríos y húmedos, por lo que la refrigeración no siempre es suficiente para prevenir su proliferación.
En cuanto a los síntomas, la listeriosis puede manifestarse con fiebre, dolor muscular, dolor de cabeza, confusión, pérdida de equilibrio, convulsiones y, en casos graves, puede provocar abortos espontáneos o la muerte del recién nacido si la infección afecta a mujeres embarazadas.
La mayoría de las infecciones en personas sanas suelen ser leves o asintomáticas, pero en los grupos de riesgo, la infección puede ser devastadora.
Supuestamente, la alerta por este brote subraya la importancia de mantener buenas prácticas de higiene en la cocina y estar atentos a las retiradas de productos por parte de las autoridades sanitarias.
La vigilancia y la rápida actuación en casos como este son claves para evitar que una enfermedad potencialmente mortal se propague y cause más daños.
Se recomienda consultar las páginas oficiales de la FDA y el CDC para obtener información actualizada y detalles específicos sobre los productos afectados.